La mayoría de las personas, en el mundo en el que vivimos, quieren ser honradas en lugar de honrar a Dios y al prójimo. Sin embargo, Dios no olvida a aquellos que le sirven. Por eso, es tan importante aprender la grandeza de servir, porque al dar nuestro mejor esfuerzo para Dios, Él nos honra.
Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor, y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos. Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Marcos 10: 43-45
El espíritu de siervo:
No vivimos en un mundo donde la mayoría tenga espíritu de siervo, sino donde las personas quieren ser servidas, son egoístas. Ante esta situación, no es difícil destacarse cuando mostramos el espíritu de siervo.
Dios busca siervos, quienes quieran obedecerlo, honrarlo. Cuando honras su palabra, cuando la palabra que sale de tu boca es verdadera, entonces, estás sirviendo a Dios. Cuando sirves a Dios y a tu prójimo, siempre estás preguntando qué puedes hacer para mejorar. También pasarás por luchas. Pero en todas las luchas que enfrentes, Dios te dará la victoria. Cuando sirves a Dios, pueden intentar perjudicarte, pero aquellos que piensan en hacerte daño terminan promoviéndote. Te sucede lo mejor a ti, porque Dios te bendice. Quien sirve a Dios, Él lo honra.
La grandeza de servir:
Cuando la persona entiende la grandeza de servir, no piensa en ganar, sino en dar.
La pregunta es: ¿has estado sirviendo a Dios o solo piensas en ti mismo? Hay quienes piensan que servir es solo dentro de la iglesia. Puedes servir a Dios en tu casa, en tu trabajo. La mayoría de las veces, las personas trabajan por dinero, no trabajan para servir. Por eso no ves a la persona realizada. Pero cuando piensas en servir, sirves a quienes están arriba y a quienes están abajo.
A todos les gusta ser bien servidos. Entonces, sirve como padre, como madre, como hijo, como empleado. Aprende a servir. Sirve con lo mejor de ti.
Cuando ves a Dios haciendo grandes cosas y una persona marcando la diferencia es porque sirvió, tuvo espíritu de siervo. ¿Has pensado en preguntarle a Dios cómo puedes servir mejor? Puedes valorar más las cosas de Dios, meditar más, orar más, depender más, hacer lo que le agrada. ¿No es eso lo que te falta?
Cuando comprendes la grandeza de servir, hace toda la diferencia en tu vida. Observa lo que haces que deshonra a Dios y renuncia a ello. Comienza a honrarlo.
Sigue aprendiendo:
No te pierdas la Reunión “Prosperidad con Dios” que se lleva a cabo los lunes en el Templo de Los Milagros. Los horarios son a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h, y 20 h.