Analía fue víctima de las falsas noticias acerca de la Iglesia Universal. Sin embargo, un día decidió descubrir por sus propios medios si lo que había escuchado era cierto o no. A continuación, su relato.
“Antes de conocer la Iglesia Universal, mi vida y mi familia estaban destruidas. Tenía vicios, nerviosismo, escuchaba ruidos y sentía miedo. Creía que ya no había más oportunidades para cambiar. Con mi esposo estábamos a punto de separarnos porque hubo una traición y eso nos llevó a tocar fondo. Entonces, él recordó la Iglesia Universal y me invitó a asistir. Era la última puerta que íbamos a tocar.
Ya habíamos ido en el 2011, cuando un familiar nos invitó a la presentación ante Dios de una sobrinita. En esa oportunidad, me encontraba muy enojada. No presté atención a lo que se hablaba, sino que estaba atenta al momento de las ofrendas porque había escuchado noticias falsas que decían que los pastores eran ladrones, estafadores y que vivían a costa de las personas. Esos pensamientos no me dejaron prestar atención y no volví más.
Tiempo después, en 2018, decidimos considerar ir a la iglesia como nuestra última opción. Ese día salí de la reunión diferente, con esperanzas. Entonces, comenzamos a participar los viernes y los domingos. A medida que escuchábamos la Palabra de Dios, la poníamos en práctica. Ya no me importaban las falsas noticias que había escuchado, porque yo había llegado a ese lugar con mi vida destruida y salí distinta.
Así se inició el proceso de liberación en nuestro matrimonio. De pronto, estuvimos completamente cambiados. Hoy nos llevamos bien, aprendimos a dialogar, ya no peleamos ni tenemos agresiones físicas ni verbales como antes. En nuestro hogar hay paz.
Por otro lado, antes teníamos vicios de alcohol, pero desde que participamos de las reuniones, nunca más volvimos a consumir.
Además, experimentamos prosperidad económica. Abrimos nuestro negocio, logramos conseguir un vehículo, motos e hicimos viajes, pero lo más importante fue recibir el Espíritu Santo. Desde ese momento, la felicidad y el gozo se mantienen pese a los problemas.
Por último, les digo a las personas que recibieron noticias falsas o tienen conceptos negativos acerca de la Iglesia Universal que prueben y descubran la verdad”.
Ellos asisten a la Iglesia Universal ubicada en Catamarca 134, San Miguel de Tucumán.