Todos los días, miles de personas son desahuciadas por la medicina y otras tantas mueren tratando su enfermedad. Recorren diferentes centros de salud, profesionales de la medicina, pero nadie puede devolverle la salud que ha perdido. A partir de ese momento lo único que queda es la resignación, aprovechar lo que les resta de vida o tratar de acostumbrarse a vivir con una enfermedad crónica.
Pensando en casos en los que la medicina ya agotó todos sus recursos y ya no se puede hacer más nada por el paciente, la Universal creó la Cadena de Sanidad, para puedan apelar al socorro divino para lograr un milagro.
No espere más, esta es su oportunidad, participe este martes a las 8, 10, 16 y 20 y los desahuciados serán curados por la fe.
Le quedaban tres meses de vida
La salud de Rosana Herrera siempre estuvo mal, tuvo anemia, anorexia nerviosa y estuvo a punto de morir de cáncer: “Vivía llorando, terminé yendo al psiquiatra y tomando antidepresivos y pastillas para dormir”, cuenta.
Ella estaba cansada de sufrir y aceptó la invitación de su hermana para ir a la Universal. “Ese día pude dormir y comencé a participar, pero me aparté. Los problemas con mi pareja me afectaron tanto que intenté suicidarme por la desesperación. Encima después de que tuve a mi segundo hijo, me detectan cáncer en el cuello del útero. Tenía dolores y hemorragias, el médico me dijo que me tenían que operar de urgencia porque me daban tres meses de vida. Ahí regresé a la iglesia con otra visión de las cosas, el cáncer no me podía vencer, Dios me tenía que ayudar. El cáncer vuelve a aparecer a los seis meses, el médico me iba a vaciar y yo decido probar usando la fe a pleno. Cuando regresé al médico, habían desaparecido las células cancerígenas. Hoy estoy sana, libre de los tormentos espirituales y con mi pareja estamos muy bien”.
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