El pasado 21 de diciembre, a las 20 h, en el Templo de la Fe, uno de los hombres que fue escogido para ser Sacerdote en el Templo de Salomón estuvo presente para explicar la importancia que tiene el Tabernáculo desde los tiempo bíblicos. Además, trajo la bendición del Templo de Salomón para todos los presentes.
Durante el servicio, el sacerdote explicó la importancia de cada parte del Tabernáculo, lo que representa y la importancia de la santidad para que el sacrificio sea aceptado por Dios. Los presentes pudieron comprender el origen de los panes sin levadura y la razón por la que la levadura no es utilizada para los panes, por ejemplo, en la celebración de la Pascua, también entendieron el significado del humo del incienso. Otra explicación importante fue lo que representa que haya luz continua dentro del Tabernáculo y la santidad que debía tener cada sacerdote para ingresar al Santo de los Santos.
La preparación, la purificación, para presentarse delante de Dios y la necesidad del sacrificio fueron escuchados con total atención por el pueblo de la Universal. “El Tabernáculo solo tenía una entrada, si usted quería encontrarse con Dios, solamente había un camino, una entrada para hacerlo. Solo había un camino para encontrar a Dios, todavía hay un solo camino, una sola verdad, una sola vida, estamos hablando de nuestro Señor Jesús. Él es la puerta, el que por Él entrare será salvo.
Para ingresar al camino de la Salvación era necesario que la persona fuera consciente de que no podía presentarse con las manos vacías. Si usted era pobre o rico, sea cual fuere su condición, no podía presentarse con las manos vacías. Usted tenía que pagar el precio, y el precio era el sacrificio”, explicó el sacerdote.
Luego de todas las explicaciones, los presentes y quienes participaban por videoconferencia desde el interior del país y las iglesias de Buenos Aires pudieron comprender que cada uno es un Tabernáculo para Dios en los días de hoy. Comprender que Dios quiere habitar en nosotros fue muy fuerte y muchos decidieron hacer una alianza con el Dios de Israel para que a partir de ese momento Dios los purificara y los convirtiera en Tabernáculos. “Dios siempre quiere habitar en nosotros, por eso debemos mantener el corazón puro y las manos limpias, con sinceridad ante todo”.
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