Son tiempos difíciles para el matrimonio. Mientras las estadísticas oficiales muestran una merma en la cantidad de enlaces contraídos, quienes están casados se enfrentan a otra situación que pone en peligro la relación: el creciente número de adulterios que se cometen.
Según una encuesta, el 41 por ciento de los argentinos aseguró haber engañado a su pareja y un 56% de ellos dijo no sentir ningún remordimiento por hacerlo.
¿Cosa de hombres? No tanto. En el estudio ambos sexos mostraron casi los mismos parámetros: un 52% de los adúlteros eran varones y el 48% eran mujeres.
¿Quién busca un affaire?
Ellas, por ejemplo, suelen buscar una relación extramatrimonial por un período determinado y aclaran que no van a romper el compromiso con su pareja. El motivo de la búsqueda femenina es atraer la atención de otra persona, porque no la reciben de parte de su pareja.
Los hombres son menos claros en sus mensajes y generalmente se suscriben para buscar sexo porque la vida sexual con su pareja no los satisface.
Ambos, tanto hombres como mujeres, coincidieron en que no buscan tener un affair con el objetivo de abandonar a sus parejas actuales sino que lo hacen como una forma de mantener sus relaciones de forma más llevadera. Lo hacen con la idea de buscar en otro lado lo que les falta en sus casas pero solo para agregarle condimento a su vida en pareja.
Por el lado de los que nunca fueron infieles, el 39% dice respetar demasiado a su pareja, mientras que el 18% confesó que no lo hacía porque nunca había tenido la oportunidad.
Otro 17% lo relacionó con las creencias religiosas y uno de cada cuatro hizo referencia al miedo a que se dieran cuenta.
Consultado sobre está problemática, Santiago Gómez, psicólogo y director del Centro de Psicología Cognitiva, explicó a Infobae que “el hombre infiel siente placer por las conquistas que realiza y muchas veces puede separar el área afectiva del impulso sexual y tiene una necesidad de sentir adrenalina”.
Las mujeres, en crecimiento
De los mismos informes anteriores se desprende que en la última década se duplicó el porcentaje de mujeres que son infieles. Ellas se siente más liberadas y con menos culpa al cometer una infidelidad y lo hacen por vivir la experiencia y por la adrenalina que les provoca.
Hay tres factores fundamentales que contribuyen a la infidelidad: uno es el dinero (en general los más ricos son más infieles), otro es la salud de las relaciones (la gente con relaciones complicadas tiene mayor probabilidad de engañar) y el tercero es el acceso a los sitios de citas online (es sencillo conocer nuevas personas y sentir una nueva pasión en su vida).
Pero, ¿qué cambios llevaron a las mujeres a engañar tanto como los hombres? Hay dos factores clave: el empoderamiento social, primero, y su presencia en todos los ámbitos de la sociedad, educación y trabajo.
Sin embargo, no todo pasa por la “realidad”, sino que las nuevas tecnologías y el acceso a Internet, como así también a la información y, por ende, a obtener sexo fuera de casa y casi al instante también son aspectos determinantes.
Incluso se conocieron cifras sorprendentes después del Día de la Madre, que en otros países se festeja antes que en Argentina: uno de los sitios para infieles registró un aumento del 263% en las inscripciones de mujeres. ¿El motivo? Muchas mujeres suelen sentirse solas, desamparadas y desatendidas porque no han recibido suficiente atención por parte de sus parejas.
El amante suele suplir un rol de contención que muchas veces queda “vacante” en el hogar y los números dan cuenta de eso: el 72% de las usuarias del sitio confesó que, si pudiera, durante el Día de la Madre preferiría tener sexo con sus amantes antes que con sus maridos o refugiarse en la calidez que puede brindarle su relación extramatrimonial.
Sin embargo, llevar adelante una doble vida no es fácil. Y en ese afán por lidiar con el trabajo, el marido, los chicos y sus pasiones clandestinas, las mujeres suelen “pasarla mal”, teniendo que hacer frente a las siguientes situaciones:
• El 65% admitió haber atendido una llamada de su amante a su teléfono celular delante de su hijo.
• El 57% reconoció haber llegado tarde a buscar a sus chicos a la escuela por haberse retrasado con su pareja clandestina.
• El 28% confesó haber cancelado algún plan con su hijo con el fin de poder encontrarse con su amante.
• El 4% tuvo que presentar a su amante a sus hijos cuando se vieron atrapadas en una situación comprometedora.
De hecho, una de las encuestadas contó que una vez tuvo que romper su propia ducha, “fingiendo que mi amante era un reparador, cuando mi hijo volvió de forma imprevista a casa y empezó a golpear la puerta del baño”, confesó.
¿Es inteligente ser infiel?
Con una larga trayectoria en lo que se refiere a la consejería matrimonial, el obispo Renato Cardoso da un consejo muy práctico para quien se siente tentado a cometer una traición: “Considere esta alternativa: convertir su matrimonio en una excitante aventura y a su mujer en su amante. ¿Imposible? No descarte tan rápido la idea.
Sé que muchos hombres terminan involucrándose con otras mujeres porque encuentran en ellas lo que falta en su esposa. Las palabras dulces en vez de quejas, la apariencia sexy en vez de olor a ajo y cebolla, los besos en vez de peleas. Pero no se dan cuenta de que muchas veces ellos son los mayores responsables de que sus esposas se vuelvan aburridas. Si comenzasen a tratar a la amante como tratan a la esposa, en poco tiempo la amante se volvería aburrida también.
Para tener siempre una esposa-amante en casa, usted tiene que ser un marido-amante. Es mucho más simple, más barato, y al final, el placer es mayor”, finaliza el obispo.
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