“… pues he aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación.” Filipenses 4:11.
En este versículo, podemos destacar el verbo “aprender”. El apóstol revela que enfrentó diferentes situaciones, vivió momentos de abundancia y momentos de escasez.
Sin embargo, fue optimista, tomó las riendas de los problemas y no permitió que ninguna dificultad alterara su fe o su estado de ánimo. Al contrario, aprendió a mantener una postura positiva, independientemente de las circunstancias.
Al relacionar este texto con la actualidad, observamos que el mundo y nuestras rutinas cambiaron en pocos días. Tal vez, usted dejó de trabajar o lo hace desde su casa, lidia con el desorden de sus hijos cuando juegan, entre otras situaciones provenientes de la cuarentena. No obstante, usted deberá ser optimista y adaptarse a los cambios sin que estos lo afecten.
Hay un concepto que dice: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”. Aunque esta frase haya sido utilizada por los científicos antiguos, al estudiar las especies, podemos, hoy en día, emplearla muy bien en la vida cotidiana. Adáptese a las transformaciones sin lamentarse. Tal vez, sea el mejor momento para desarrollar buenos hábitos, ejercitar el don de la paciencia, aprender algo nuevo o ponerse al día con tareas que quedaron pendientes.