¿Cómo creer que llamando a las personas débiles para que vayan a la guerra, estas podrán vencer? (Joel 3:10)
¿Cómo creer que pidiéndoles a las señoras viudas todo lo que tenían, podría ayudarlas? (1 Reyes 17:8-15 y Marcos 12:41-44)
¿Cómo creer que, después de dejar todo, alguien recibirá en el presente cien veces más y en el porvenir la vida eterna? (Marcos 10:28-30)
¡Tenemos estos y muchos otros ejemplos bíblicos!
Pero para quien no cree en la Biblia, considere lo que sucede en la Universal.
¿Cómo es posible que una institución tan perseguida, desde que comenzó a crecer y a esparcirse por el mundo, tenga la mayor parte de sus miembros formada por empresarios que llegaron quebrados y desacreditados, pero que a través de la fe lograron reconstruir todo lo que habían perdido, y que, además, ganaron mucho más?
¿Cómo es posible que individuos marginados en la sociedad, sin ninguna perspectiva en la vida, hoy sean personas honradas, respetadas, padres y madres de familia?
Entre tantas otras maravillas… Como la cura de enfermedades consideradas incurables por la medicina, muertos que resucitaron, etc. Solo hay que mirar, principalmente, los testimonios de la Hoguera Santa de Israel.
Todo comenzó con alguien desacreditado en la iglesia de la cual era miembro, por pastores que dudaban del llamado de Dios a él. ¡Y que comenzó también como una locura!
Pues, ¿quién, en su sana consciencia, dejaría 16 años de trabajo con estabilidad, después de que una de las hijas naciera con un grave problema de salud, y que aún necesitara varias intervenciones quirúrgicas?
Es tanta locura que tendríamos que escribir muchas páginas, a fin de cuentas, ¡¡¡son 40 años de locuras!!!
Por eso, si su actitud en el Altar no hace que alguien lo llame “loco”, ¡olvídelo!
A usted no le fue revelada esa fe.