Cuando mirás a las personas que te rodean, difícilmente sepas lo que están pasando. Muchos logran disimular su sufrimiento yendo a reuniones de amigos, a fiestas, viajando, en fin, haciendo todo lo que dé la apariencia de que son felices. Pero, cuando están en soledad y son conscientes del dolor que sienten en el alma, piensan en morir.
Por eso, los voluntarios del proyecto La Depresión Tiene Cura, de Ezeiza, recorrieron las calles de esa localidad para hacerles saber a las personas que pueden ser libres de la angustia que sienten y alcanzar la verdadera felicidad si buscan al Señor Jesús.