Iniciamos una semana más que bendecida en el Templo de los Milagros.
Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14-16
Existen dos tipos de personas, los que viven en tinieblas y los que viven en la Luz.
Somos alumbrados cuando leemos, meditamos y ponemos en práctica la Palabra de Dios.
La Luz Espiritual no se limita, ella brilla en todo lugar y en todo momento.
Quien vive en tinieblas lastima y es lastimado, vive desorientado y sin saber qué camino tomar.
Cuando andamos en la Luz, sabemos y andamos confiados en el camino correcto.
Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12
Cuando seguimos a Jesús salimos de las tinieblas y nos tornamos luz. Pasamos a ser alumbrados que alumbran a quienes aún están en tinieblas.
porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz
porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz. Efesios 5:8
Cuando somos bondadosos, justos y verdaderos en el mundo espiritual estamos siendo alumbrados. En cambio, si somos todo lo contrario, es decir, egoístas, injustos y mentirosos, estamos viviendo en tinieblas.
Aquella Luz conduce a la Vida Eterna, y quien no sigue los pasos de Jesús ve los problemas como más grandes que uno mismo.