Al tratar de iniciar una conversación después del atraso de su esposa, el joven nota que ella no lo mira a los ojos. Es como si tuviera vergüenza de mirarlo a los ojos. Cuando ella dice algo, da respuestas cortas, como “no sé” o “no me acuerdo”, siempre levantando un poco la voz. A estas alturas, casi todo el mundo se ha dado cuenta de que no está siendo sincera.
Según el libro “Não minta para mim!” (“¡No me mientas!”), del psicólogo brasileño Paul Camargo, el lenguaje corporal es capaz de dejar en evidencia a un mentiroso a través de pequeños detalles. Uno de ellos es el cambio en el tono de la voz: “El músculo de las cuerdas vocales se tensa cuando la persona se encuentra bajo presión. Lo que hace que la voz suene diferente, generalmente más alta”.
Las personas nerviosas tienden a tener la voz un poco aguda, a veces fallan en algunas palabras, o tienden a sonar en un tono un poco más alto de lo normal. Agitar los hombros con inquietud, esconder las manos, tartamudear y evitar mirar a los ojos. Todos estos pueden ser signos de que la mentira ya se ha instalado.
“¿Dónde están sus ojos? ¿Mantiene el contacto visual? ¿Está nervioso? ¿Golpea levemente el suelo con sus pies? ¿Golpea levemente la mesa con los dedos? ¿Mira hacia la puerta con insistencia? ¿Sus pies están firmemente plantados en el suelo para salir rápidamente tan pronto como sea posible? Quién hace esas preguntas es el teniente Joe Kenda, conductor del programa “Cazador de Homicidios”, en los Estados Unidos, destacando que el comportamiento del mentiroso es previsible por esa conducta citada anteriormente.
Además de las inusuales señales, cuando el mentiroso es acorralado, se pone a la defensiva, casi siempre fingiendo estar ofendido porque piensan así de él.
Tanto hombres como mujeres emiten estas pequeñas señales cuando no están siendo totalmente sinceros. Si usted nota cualquiera de ellos en su cónyuge, manténgase atento.
Mentirosos diferentes
El escritor Renato Cardoso, explica que hay dos tipos de mentirosos:
– Los mentirosos compulsivos: Sin resentimientos o reservas, utilizan la mentira como un hábito. Son buenos en eso, convincentes, y dicen una mentira tras otra, por cualquier motivo, incluso para proteger la mentira anteriormente dicha. Ellos pueden actuar así en el trabajo, en casa, en la escuela o en cualquier lugar.
– Los mentirosos miedosos: Aunque no mientan con frecuencia, adoptan esa postura cuando la situación les parece incómoda. “Ya sea porque tengan vergüenza de la verdad, culpa, miedo a ser confrontados o a enfrentar las consecuencias, miedo de perder bienes, amistades o el amor de alguien – estos mentirosos son aquellos que mienten cuando, decir la verdad, sería mucho pero mucho más fácil. Por algo mal resuelto dentro de ellos, ese miedo es más fuerte que su razón”, explica Renato.
Ya sea por un motivo u otro, donde hay mentira no puede haber una relación. Cuando se descubre la mentira, se debe detener todo y volver a evaluar con atención: ¿Es favorable seguir en esa relación?
En el caso de que se trate de una relación de hace mucho tiempo, lea el libro “Matrimonio Blindado” y sepa cómo actuar. Si es una nueva relación, sepa qué hacer mirando el video a continuación: