Un nuevo miércoles pasó, y en él se dio continuidad al propósito especial llamado “La Noche del Novio”, donde las personas buscan el bautismo con el Espíritu Santo y reciben un mensaje del obispo Macedo.
En esta oportunidad, el obispo dijo: “En Lucas 15:7 y 8, Jesús dijo así: ‘Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?’. Esas dracmas son las personas que aunque están en la iglesia todavía se encuentran perdidas, son quienes, a pesar de creer en Jesús, no tienen el Espíritu Santo.
Antes de subir a los cielos, Él dijo: ‘… quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.’, (Lucas 24:49), o sea, mientras no sea bautizado con el Espíritu Santo, no saque su mente de las cosas de Dios. Si usted va al Altar, entrega su vida pero todavía no recibió el Espíritu Santo, no se sienta satisfecho. Cuando yo acepté a Jesús como mi Señor y Salvador, cuando tuve un encuentro con Él, no descansé hasta tener el bautismo con el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo viene para que usted sea la propia fuente de Agua Viva, para que deje de ser débil. Las luchas en este mundo son crueles, difíciles, y dependiendo del caso, hay gente que no aguanta. Solo resiste quien tiene el Espíritu de Dios.
Las cinco vírgenes necias no eran pecadoras, pero fueron negligentes. Nosotros estamos en un desierto, camino a encontrarnos con el Novio, rumbo a la Salvación eterna, y si no tenemos el aceite que mantiene la lámpara encendida, ¿cómo veremos en el desierto? ¿Cómo evitaremos las trampas que hay en el camino? Es imposible. No dé descanso a sus ojos, no dé reposo a su alma hasta que Jesús no cumpla esa promesa en su vida”.
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