Cuando el agua tocó su rostro él sabía que nacía de nuevo. Una nueva vida llegaba acompañada por la nueva brisa y, en aquel momento, supo que el Señor Jesús lo había escogido para cumplir Su Palabra.
Manuel Seabra nació en Guinea-Bisáu, un país perteneciente a África Occidental que limita con Senegal y con el Océano Atlántico. Allí viven un poco más de un millón de personas.
Las oportunidades de trabajo y de estudio se presentan con dificultad como en cualquier otro país emergente, cuya economía aún busca establecerse y, por eso, Manuel decidió que su camino era Turquía.
“Emigré hacia aquí en búsqueda de lograr mi sueño, estudiar en una universidad”, explica el muchacho. “Curso la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, y ya estoy en cuarto año.”
Sin embargo, la dificultad de pasar por un cambio tan grande, sumada a otros problemas personales, casi lo llevan a desistir no solo de los estudios, sino también de la vida.
Obstáculos
Manuel sufría con visión de bultos y audición de voces. Por no conocer a Dios ni entender lo que significaban esos síntomas, se asustó y se hundió en la depresión.
La tristeza del joven era tan grande que el rendimiento en los estudios decayó y, peor aún, las ganas de vivir dejaron de existir. Varias veces Manuel pensó en quitarse la vida. Pero el suicidio empeora la situación.
Y cuando no sabía más a dónde ir, la Universal apareció.
“SuperAcción”
La Universal llegó a Turquía a principios del 2015. Liderada por el pastor Roberto Azevedo, busca llevar la Palabra de Dios a las personas que viven allí. Por ser un país de mayoría musulmana, esta misión no siempre es fácil. Pero la fe de los involucrados en el proyecto impide que la dificultad se convierta en un obstáculo, y como consecuencia, impidió que la vida de Manuel empeore, o dejara de existir.
“Manuel llegó a la Conferencia de la SuperAcción con muchos problemas”, cuenta el pastor Roberto. “Al término de la conferencia lo atendí, ministré su liberación y, de inmediato, él fue libre de todo lo que lo atormentaba.”
El pastor cuenta que la conversación entre los dos le mostró al muchacho la importancia de poner su vida en las manos de Dios. En la oportunidad, también le explicó lo que significa el bautismo y cómo ese acto podría transformar su vida. Al día siguiente, Manuel lo buscó decidido.
Nueva vida
Por ese motivo, dentro de las aguas del lago donde fue bautizado, él sabía que cada brisa y cada gota de agua traían consigo una nueva oportunidad para buscar sus sueños, esta vez apoyando su fe en la Palabra del Señor Jesús.
Su vida se transformó y él nuevamente pudo verse a sí mismo como un futuro empleado de la embajada de Guinea Bisáu en Turquía, y con sus propias palabras dijo: “¡Hoy soy un nuevo Manuel!”
Y usted, ¿ también ya se bautizó y vio como esta experiencia cambió su vida para mejor?
Si usted está en Turquía y quiere conocer de cerca el trabajo de la Universal, llame al +90 553 141 59 08 o visite la página del pastor Roberto Acevedo en Facebook.
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