Dios quiere habitar en el interior del ser humano por medio de Su Santo Espíritu, pero, para que eso ocurra, es necesario que la persona renuncie diariamente a sus propias voluntades. Este tipo de sacrificio abarca, por ejemplo, los pensamientos, las actitudes, el comportamiento, entre otras cosas.
Al contrario de lo que muchos piensan, el sacrificio personal genera ganancias. Pues, cuando la persona tiene el Espíritu Santo, recibe la plenitud de Dios y se convierte en una referente del Señor Jesús para todos los demás. Por lo tanto, no necesita nada ni a nadie más para sentirse bien, porque la presencia del Altísimo la hace feliz.
Ayuno espiritual
Participe del Ayuno de Daniel y reciba el Espíritu Santo. Durante 21 días, las personas se alejarán de las informaciones y de todas las distracciones para que, de esa manera, puedan absorber los pensamientos Divinos.
En nuestras redes oficiales de Instagram, Facebook y Twitter, encuentre contenidos que edificarán su vida espiritual.