Soweto es la mayor comunidad de Sudáfrica, y fue el escenario de muchos momentos históricos del país. Fue allí, por ejemplo, que comenzaron muchos movimientos contra el apartheid, un régimen de segregación racial adoptado en 1948 hasta 1994, donde los derechos de la mayoría de los habitantes fueron limitados por el gobierno, formado en la época por la minoría blanca. Nelson Mandela, el líder más importante de Sudáfrica, residió en la ciudad.
Soweto vivió una época de violencia extrema, en la cual las personas eran quemadas vivas. Era un lugar de muchas luchas políticas y, como consecuencia, muchas muertes y destrucción.
Sin embargo, en un momento de muchas dificultades en el país, en un lugar donde los blancos y los extranjeros no eran bienvenidos, la Universal quebró las barreras y, en 1993, abrió su primera iglesia. En la época, el único lugar encontrado para realizar las reuniones fue un viejo galpón usado por delincuentes para quemar personas vivas.
Aunque muchos dijeron que no funcionaría, y que los pastores corrían riesgo de muerte, la Universal se convirtió en un hito en la historia del lugar y llevó la Palabra de Dios a lugares en los que ni los propios negros tenían coraje de entrar por lo peligroso que era.
“Servicio de urgencia de almas”
La Iglesia se volvió un “servicio de urgencia de almas”, principalmente para aquellos que habían perdido familiares por causa de las guerras políticas. La Universal apoyó a la población, llevando una nueva perspectiva de paz, perdón y cambio de vida.
Actualmente, el trabajo que la Universal realiza en Soweto atiende las más diversas necesidades, como la lucha contra la violencia, drogas, prostitución, muertes por causa de la delincuencia y el SIDA. Ante estas dificultades, frecuentemente los grupos Caleb (atención y visita a los ancianos); Madres (grupo de señoras que dan apoyo a las familias que perdieron a sus seres queridos); Fuerza Joven (que da el soporte a los jóvenes para un futuro mejor); y Godllywood (realiza visita en asilos) ayudan a los necesitados material y espiritualmente.
Y el auxilio va mas allá. Durante mucho tiempo fue prohibida cualquier tipo de institución religiosa dentro de las unidades penitenciarias. Sin embargo, las puertas se abrieron para la Universal, que hoy realiza acciones sociales en las prisiones de Soweto, distribuyendo Biblias, literatura cristiana, alimentos y productos de higiene personal a los detenidos.
Después de tanto luchar, actualmente la Universal posee 34 templos en Soweto. Son más de 17 mil miembros. También se mantienen 45 núcleos de oración, todos los martes, jueves y viernes.
“Señor, no puedo creer que sea yo. El Señor me eligió.”
En enero del 2004, la Universal inicio la fase de explanar el suelo (foto al lado) para la construcción de la primera catedral de la Iglesia de Soweto (foto arriba). Las obras tardaron 3 años hasta la inauguración, en abril del 2007.
“Fue un día de mucha expectativa. Todos esperaban la gran inauguración de la Catedral de Soweto. Nunca hubo un edificio con una estructura tan grande. Todos estaban curiosos y no podían esperar para entrar en esa gloriosa y gran construcción, con el piso de granito. Yo estaba muy feliz”, cuenta el obispo Sipho Rathebe, actualmente responsable por el trabajo de evangelización de la Universal en Botsuana, país del continente africano.
De acuerdo con el obispo Frank, aquel día él no podía contenerse de tamaña alegría. “Nuestro obispo Edir Macedo, fundador de la Universal, estaba presente, y yo me sentí muy privilegiado de estar en el Altar con él y con otros obispos para ayudar a traducir en la lengua local. Estaba colmado de alegría por la nueva casa de Dios. La reunión transcurría cuando, literalmente, me paralicé al ser llamado para consagrarme como obispo.”
Él quedo sin palabras. “Yo por dentro, decía: ‘Señor, no puedo creer que sea yo. Tú me elegiste.’ El obispo Macedo percibió que estaba muy sorprendido, pues no me esperaba que eso sucediera. Entonces mi esposa y mi hijo subieron al Altar para la consagración.”
Según el obispo Frank, nunca antes había sucedido en una comunidad de negros que un hombre blanco consagre a un hombre negro a obispo. “Yo siempre vi a las personas blancas oprimiendo y humillando personas negras en Soweto. Nunca hubo respeto cuando se trataba de personas negras. Pero, en la Universal no existe color o raza, nosotros somos uno solo delante de Dios.”
Las celebraciones, danzas y músicas podían oírlas hasta las personas que pasaban por la calle. “Todo fue maravilloso, es difícil explicar lo que pasaba por mi cabeza mientras observaba la felicidad de todos. Yo no podía parar de pensar en la gran responsabilidad que Dios había confiado en mis manos. La fe y la alegría del pueblo que estaba presente son imposibles de olvidar. Mirando hacia atrás, pasaron ya 10 años, y yo estoy eternamente agradecido por ver cómo Dios me ha guiado a mí y a mi familia y nos ha usado para ayudar a otras personas. La inauguración de la catedral nunca será olvidada por las personas que estuvieron presentes ese día.”
Constante trabajo
Con capacidad para 8 mil personas sentadas, el lugar ha sido un espacio usado por Dios para salvar a muchas almas. Desde su apertura, hasta ahora, fueron consagrados allí cinco obispos, y el trabajo de evangelización en el lugar es intenso, comenzando a las 5 de la mañana hasta por lo menos las 10 de la noche.
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