Después de 6 meses de construcción, la Universal abrió las puertas de su Centro de Ayuda en Peterborough, ciudad catedral y autoridad unitaria del Este de Inglaterra. Durante la reunión inaugural, realizada por el obispo Álvaro Lima, responsable por el trabajo de la Universal en Reino Unido, más de 300 personas estuvieron presentes.
La Iglesia, que queda cerca del centro comercial, posee 596 metros cuadrados, siendo 494 metros en el piso de abajo y 102 metros cuadrados en el piso superior. En sus dependencias hay capacidad para ubicar a 300 personas sentadas en las reuniones.
Durante la inauguración, el obispo explicó a todos los que estaban presentes que cuando una persona se arrepiente verdaderamente de sus errores y entrega su vida a Dios, Él cambia su vida por completo. Al finalizar, el obispo realizó una oración por los fieles y determinó el cambio en sus vidas.
Todos unieron la fe para consagrar al nuevo Centro de Ayuda. Luego de la consagración, basado en la Palabra de Dios que dice en 2 Crónicas 7:15-16, “Ahora estarán abiertos Mis ojos, y atentos Mis oídos, a la oración en este lugar: Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella Mi nombre para siempre; y Mis ojos y Mi corazón estarán ahí para siempre”, el obispo invitó a todos para hacer una oración pidiéndole algo a Dios que necesitáramos mucho. Las personas salieron de allí con la certeza de que Dios estaba en aquel lugar y de que sucederían milagros en sus vidas.
Muchas bendiciones en la vida de todos.
Quien estuvo presente pudo presenciar la fuerza de la oración realizada en aquel momento.
“La inauguración fue una verdadera bendición. Yo viajé de Londres, con otros obreros, para formar parte de este momento tan especial. Nosotros tuvimos la oportunidad de evangelizar a personas de la ciudad antes de la inauguración, me gustó mucho. Encontramos a personas de varios países y también a muchos interesados en visitar el Centro de Ayuda”, comentó Juliana Silva, de 21 años, que estuvo presente aquel día.
Según Juliana, lo que más se destacó en la inauguración fue la oración del obispo. “Así como Él prometió en Su Palabra, que daría oídos a la oración que fuera hecha en aquel lugar, Él oirá y responderá mi oración. Salí de allí con la certeza de que una nueva historia había comenzado para el pueblo de aquella ciudad. Quedé muy contenta al ver el entusiasmo de las personas y lo lleno que estaba el lugar. Realmente, valió la pena el largo viaje”, finalizó.
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