“¿Usted sabe dónde queda Villa Malaba?” La Universal lo sabe, y ha trabajado intensamente para ayudar a los habitantes de la región. Malaba Village, como se lo llama, es un pequeño pueblo ubicado en la provincia de Matabeleland, en Zimbabue, país africano.
Allí, la sociedad sufre con el mismo problema que muchos otros países del continente, la miseria. De acuerdo con el Banco Mundial, el 41% de los zimbabuenses viven bajo la línea de pobreza, es decir, sobreviven con menos de 2 dólares por día. La situación afecta la educación nacional, genera un alto índice de desempleo y, en consecuencia, aumenta la violencia en la región. Siendo así, se necesita más que una ayuda material, se precisa una ayuda espiritual.
La Universal llegó al país en 1995 y, desde entonces, inauguró 19 iglesias y tres centros especiales de oración. “La vida de muchas personas ha cambiado para mejor, a través de orientaciones, de apoyo espiritual, de las lecciones y de las oraciones”, dice el pastor Moses Shitole, zimbabuense que es de la Universal hace nueve años.
Además de las visitas a orfanatos, asilos y hospitales, la Universal considera mucho el futuro de los jóvenes. Se realizan varias actividades frecuentemente con el objetivo de concientizar a los miembros del Youth Power Group (la Fuerza Joven Universal del país) y hacer que ellos ayuden a su comunidad. “Trabajar con los jóvenes ha sido una de las prioridades”, afirma el pastor Moses.
La victoria en Malaba
El día 7 de octubre de 2015 quedó marcado como el día en el que la Universal cambió definitivamente la vida de los habitantes de Villa Malaba. En esa fecha, 147 personas se entregaron a Dios a través del bautismo en las aguas.
Bajo la dirección del obispo Justice Colidiza, la Universal llegó al pequeño pueblo hace 10 meses y desde entonces, decenas de personas participan de las reuniones en una tienda. El bautismo fue la comprobación de que las enseñanzas han dado resultado.
Ahora, el objetivo de la Universal es conseguir una aprobación para construir un templo en Malaba. “Así podremos invertir firmemente en el trabajo, capacitando a los habitantes de la región con nuestras actividades y proyectos auto sostenibles, transformando pequeñas ideas y habilidades en beneficios”, concluye el pastor Moses.
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