En las décadas de 1980 y 1990, muchos brasileños salieron de Brasil rumbo a Japón en busca de mejores salarios, en el movimiento conocido como Dekassegui. El municipio de Oizumi Machi, en la provincia de Gunma, considerado un importante centro industrial japonés, fue uno de los principales destinos de los brasileños, al punto que, en poco tiempo, pasó a ser conocida en todo el país como “Brazilian Town” (La Ciudad de los Brasileños), teniendo en cuenta no solo el gran número de habitantes brasileños como la estructura que se ha creado, con la avenida principal de la ciudad abrigando el comercio y los prestadores de servicios exclusivos para los brasileños.
Proporcionalmente, Oizumi Machi es la ciudad con mayor concentración de extranjeros en Japón, alrededor del 16% de la población total. La Universal está presente en la región desde mediados de 1995 y, a través de sus mensajes, ha llevado a personas de diversas nacionalidades a encontrar el equilibrio y la paz de espíritu.
Concentración de fe en Gunma
El 30 de abril último, a las 18 horas, se realizó en Oizumi Machi, una concentración de fe y milagros que marcó la inauguración del nuevo templo de la Universal en la ciudad. El horario no fue escogido al azar, sino siguiendo el pasaje bíblico que dice: “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a Él; y Él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.” (Lucas 4:40)
El obispo Jair Barbera, responsable por el trabajo de evangelización de la Universal en Japón, realizó la reunión especial y, juntamente con todos los pastores del país, levantó un fuerte clamor, determinando que todos los presentes recibieran la paz, la cura, la liberación y el milagro en sus vidas a través de la fe. También se realizó una oración especial por las familias.
Religiosidad vs. Sinceridad
“¿Qué es lo que a Dios Le agrada, que sea una persona religiosa o una persona sincera?” – Preguntó el obispo: “¿Usted sabe por qué está aquí hoy? Es porque en algún momento de su vida Dios vio en usted el deseo de ser feliz, o una indignación y el deseo de cambiar la situación que estaba viviendo. Eso es lo que Dios ve. Él le acepta como usted es, no importa el pecado que cometió, Él le trajo aquí porque hay algo en usted que supera todos sus defectos y sus fallas, que es la sinceridad. El Señor Jesús le dijo a los discípulos que vino para salvar a los que son sinceros, a los que reconocen que necesitan ayuda”, afirmó.
“A partir de hoy, todos los que entren sean bendecidos, salvos y vean la manifestación del poder de Dios sobre sus vidas. Entrarán y saldrán libres de todos los males físicos y espirituales”, determinaron el obispo y los pastores al ungir al nuevo templo.
“La nueva iglesia aquí en Gunma es linda y, al participar de la reunión de inauguración, Dios me ha hablado muy fuerte. El mensaje para la familia me ayudó y Dios me fortaleció”, dijo Marcia Saito, miembro de la Universal del lugar.
Al finalizar la reunión, el obispo bendijo a las parejas y a las familias para que haya reconciliación, paz, unión y felicidad en sus hogares.
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