Tras la feroz inundación que cubrió la ciudad de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, y que, hasta el momento, dejó un saldo de 16 víctimas fatales y miles de evacuados, la organización T-Ayudo puso en marcha una campaña de recaudación de donaciones en la provincia y ciudad de Buenos Aires.
Se enviaron 4 camiones que incluyeron 30 toneladas de alimentos no perecederos, más de 3000 litros de agua mineral, 900 litros de lavandina, más de 16 000 prendas de vestir, colchones, sábanas, frazadas y productos de higiene. De este modo, se brindó ayuda a más de 1400 familias damnificadas.
“Esto es lo que necesitamos, saber que alguien se preocupa por nosotros. Nunca pedimos nada, pero hay momentos como este en los que uno necesita ayuda”, contaba una vecina que, horas atrás, había caminado con el agua hasta las rodillas.
Por su parte, Aldana, otra lugareña, mientras recibía las donaciones al lado de una montaña de pertenencias mojadas que había tenido que sacar de su casa para descartarlas, relató: “El agua llegó casi a la ventana, un metro veinte de altura”.
“En medio del desastre, nos solidarizamos con esta ciudad y nos sumamos a esta causa”, señalaron los coordinadores de la organización y explicaron que las donaciones se entregan directamente a los más afectados, sin intermediarios. “Vamos de casa en casa”, aseguraron.
De este modo, se desarrolló la logística de la mayor campaña de ayuda humanitaria llevada a cabo por la Iglesia Universal en Argentina. Esto fue posible gracias a las donaciones de miles de personas.