La salvación eterna es algo que se conquista a través de una lucha constante contra las fuerzas del infierno. Si vencemos, conquistaremos la salvación; en caso contrario, nosotros la perderemos. Nuestra victoria va a darnos el privilegio de ver y escuchar al Señor Jesús confesar nuestro nombre delante del Padre y de sus ángeles.
Amigo lector, ¿usted está seguro de que su nombre será confesado por el Señor Jesús frente al Padre y a sus ángeles? ¿Está seguro de que un día usará vestiduras blancas? Si por acaso tiene dudas acerca de esto, entonces humíllese delante de Jesús; coloque su rosto en el suelo y clame a Él de todo corazón, confesando sus pecados y determinando, a partir de ahora, ¡nunca más volver a practicarlos! El Espíritu Santo hará el resto en su vida. ¡Amén!
“El vencedor será vestido de vestiduras blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero (…) Al vencedor yo lo haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, con mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
(Apocalipsis 3.5; 10-13)
En la Noche de la Salvación, usted va a encontrar a Quien pagó un alto precio por usted.
Búsquelo este miércoles en la Universal ubicada en Av. Corrientes 4070 Almagro a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20 hs.
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