La Puerta de Brandeburgo, símbolo de la ciudad de Berlín, la capital y mayor ciudad de Alemania
La historia muestra que la primera Biblia impresa fue realizada en Alemania, en 1450, por Johannes Gutenberg. Otro alemán, Martín Lutero, quebró paradigmas al establecer el protestantismo, que se diseminó por todo el mundo, a partir del año 1517. Irónicamente, ese mismo país, que tiene lazos tan cercanos a la fe cristiana, según una investigación del especialista en religión Nigel Barber, actualmente cuenta con aproximadamente 40 millones de ateos.
La riqueza económica y la posición de liderazgo que ocupa ante sus vecinos europeos no impiden que una persona se suicide cada 45 minutos en el país, de acuerdo con los datos divulgados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin contar que el 10% de la población presentan síntomas de depresión.
El Templo principal de Berlín
Para avivar la fe de los desesperanzados, la Iglesia Universal está establecida en Alemania hace 17 años, donde cuenta con cinco templos, en las ciudades de Berlín, Stuttgart, Frankfurt, Munich y Hamburgo, abiertos diariamente para anunciar la Salvación. Tres casas de oración complementan el trabajo de los misioneros, a cargo del pastor Ranmivaldo Justino Pinto, de 41 años.
“La mayor lucha que tenemos, y creemos que vamos a vencer, es la de ganar al pueblo alemán para el Señor Jesús. Muchos, cuando son evangelizados, dicen que no tienen problemas, pues se apoyan en su buena calidad de vida. Alemania es un país rico, donde rara vez vemos a alguien quejándose porque no tiene dinero. Sin embargo, por otro lado, vemos a personas tristes, vacías y depresivas, pues lo material que tienen no suple la falta de Dios en sus vidas”, explica el pastor.
El equipo de la Iglesia Universal evangelizando
Bajo el calor intenso o el frío de -20º C, como suelen ser las temperaturas en el país, el deseo de los voluntarios de la Iglesia Universal es encender una pequeña llama de fe en los corazones fríos, para que el mismo trabajo intensivo que hay en Brasil y en otros países también se repita allá.
“Los obreros son las columnas de esta obra, pues sin ellos el trabajo no sería posible. Ellos nos ayudan a orientar a las personas, acompañarlas, ayudan en los trabajos de evangelización, visitan a los apartados, en la Fuerza Joven, en el proyecto Rahab, entre otros”, destaca el pastor.
Pastores, obreros y voluntarios
Desafíos, el combustible de la Iglesia Universal
El idioma es uno de los desafíos enfrentados para llevar el Evangelio en la región, sin embargo, ninguna barrera se mantiene delante de los misioneros que se dedican a aprender alemán, a pesar de ser tan complejo. “Tenemos aquí pastores que tuvieron una gran dificultad para aprender el idioma, pero hoy ya lo dominan y traducen las reuniones. Los alemanes son muy rigurosos con la gramática, sin embargo, vemos que cuando las personas ven nuestro esfuerzo para aprender el idioma, valoran mucho esa actitud.”
El pastor Ranmivaldo y su esposa, Kenia Luciana, clamando por los miembros
El pastor Ranmivaldo agrega que el intenso sacrificio diario por una nación con un océano de distancia de su tierra natal se vuelve un placer cuando un alma descreída se rinde al Señor Jesús. “No importa el lugar, mucho menos las condiciones, las dificultades y los desafíos. Nuestra vida es 100% para servir a los afligidos, a los desesperados, pues no buscamos nuestro bienestar, nuestro éxito, sino el bienestar y el éxito de quienes llegan hasta nosotros. Puedo afirmar también que no hay nada en este mundo más gratificante que servir a Dios, ser usado por Él para llevar la Salvación a los perdidos.”
Frutos del sacrificio
¿Qué sería de la vida de María Otília Gaspar Gomes, de Munich, y de toda su familia si no hubiera encontrado las puertas de la Iglesia Universal abiertas? Ella misma responde: “Cuando llegamos, ya habíamos buscado ayuda en varios lugares, incluso en brujos, pero nuestra vida no cambiaba, seguíamos sufriendo y empeorando cada vez más.”
El marido de María estaba enfermo y era alcohólico, vicio que lo dejaba descontrolado, al punto de agredir a su esposa verbal y hasta físicamente. “La bebida trajo otros problemas, como, por ejemplo, varios accidentes de auto y muchas deudas. Y como si no bastaran esos problemas, mi hija más chica, que aún era pequeña veía cosas extrañas, escuchaba voces durante la noche, tenía mucho miedo y no podía dormir.”
Dejando de lado el preconcepto y la duda, María, comenzó a participar de las reuniones en la iglesia y a practicar las enseñanzas bíblicas. El resultado no podría ser otro que la liberación total y completa de ella y de su familia.
“En 6 meses ya estaba libre del vicio del cigarrillo, mi marido fue sanado de los problemas con el ácido úrico y también fue libre del alcohol. Mi hija pequeña también se liberó de los tormentos que le impedían dormir bien y tener paz. Pagamos las deudas y hemos prosperado cada día más. Sin embargo, la más reciente victoria en mi familia fue el cambio de mi hijo mayor y de su esposa. Él sentía la presencia de espíritus malignos cerca de él. Tenía problemas en su matrimonio, y solo no lograba superarlos. Pero ahora tiene un matrimonio restaurado. Hoy toda mi familia está en la iglesia y somos felices”, celebra.