A principios de este año, el cantante Latino divulgó que se borró el nombre de la ex mujer que tenía en el brazo. Como él, muchos optan por hacerse tatuajes para inmortalizar un momento, una etapa o a alguien que consideran especial. Pero, como pasó con él, muchas personas corren el riesgo de arrepentirse después.
Hay varios motivos que pueden contribuir para que un dibujo en la piel se convierta en un dolor de cabeza. ¿Cómo vivir con el nombre de la pareja marcado en el cuerpo después del fin de la relación? O ¿qué hacer en el caso de tener problemas de salud causados por la tinta utilizada? Y ¿qué hacer al perder una oportunidad de empleo por causa del tatuaje?
Cícero Gustavo Oliveira Sousa, de 22 años, (foto de al lado), tenía el sueño de hacerse tatuajes al cumplir los 18 años. Cuando alcanzó la mayoría de edad no lo pensó dos veces. “Me tatué el nombre de mi hermana en el brazo derecho. En el hombro del otro brazo, me hice un tribal, porque me gustó el dibujo”, cuenta.
Él dice que tuvo muchos problemas a causa de esa decisión. “Cuando me tatué, no tome el debido cuidado. Dejé las imágenes expuestas al calor y al polvo, y me olvide de ponerme la pomada para cicatrizar. Por eso, el tatuaje se inflamó”, afirma.
Según Daniela Nunes Ribeiro, médica dermatóloga, esto se debe a que el tatuaje es un procedimiento invasivo para la piel, ya que se utilizan agujas. Por lo tanto, tiene todos los riesgos de una infección, como si fuera una herida abierta. Además, el uso de agujas puede transmitir virus como el HIV (sida) y la hepatitis.
“Ya se sabe que muchas tintas vienen contaminadas y se vuelven a utilizar en más de una persona. Varias enfermedades en la piel pueden desarrollarse en el lugar, como la psoriasis y vitíligo. Incluso hay informes de septicemia (infección generalizada)”, cuenta la médica.
Los estudios sobre la composición de las tintas de tatuajes muestran que tienen altas concentraciones de metales pesados, muchas veces por encima de la cantidad recomendada. “Se encontró mercurio, que es altamente tóxico, entre otros. Un análisis reciente de un organismo regulador de Estados Unidos señaló que muchas tintas estaban contaminadas por bacterias”, añade.
Problemas graves
Más allá de la infección causada por los tatuajes, el joven Cícero enfrentó los obstáculos. A su familia no le gustaron nada aquellos dibujos. Además de tener que lidiar con la desaprobación de sus seres queridos, perdió oportunidades.
“El mismo año, no me aceptaron en una entrevista de trabajo a causa de los tatuajes. Me aprobaron en todas las etapas, pero la empresa no me quiso contratar cuando supieron que tenía dos tatuajes y que estaban infectados. Era un puesto en una gran industria”, se lamenta.
El consultor empresarial Maurício Seriacopi explica que algunas empresas tienen restricciones respecto a quienes tienen tatuajes en el momento de contratar, especialmente si los tienen en lugares visibles, como las manos, el cuello y la cara.
“El profesional puede tener dificultades si decide trabajar en las empresas que tienen una preferencia por los no tatuados. He visto la promoción de un vendedor a gerente de ventas y una de las peticiones fue que use camisa manga larga, debido al tatuaje que tenía”, revela.
Arrepentimiento
La historia de Cícero sobrepasó los problemas de salud, las discusiones con los familiares y el hecho de perder trabajos: él se arrepintió de haberse marcado el cuerpo y comenzó a buscar una salida. “Por internet, encontré una página de Facebook del grupo Fuerza Joven Universal, comencé a mirar las fotos y me gustaron las actividades”, dice.
Él recibió una invitación online para ir a un encuentro. “Me gustó, porque las personas no tuvieron prejuicio con mis tatuajes y aprendí que podía empezar de nuevo, aunque lamentaba lo que había hecho”, declara.
Él cuenta que día tras día entendió que el significado de la verdadera felicidad no estaba en los dibujos en su cuerpo. “Cambié 100%, tanto en mi carácter como en mi manera de vivir. De a poco aprendí a cuidarme”, afirma.
El joven hoy no aconseja que las personas se hagan tatuajes. “A pesar que con buenas intenciones, como en mi caso, que me hice un tatuaje para homenajear a mi hermana, puede dañarse física y emocionalmente, como yo que me perjudique. Hoy tengo empleo y, a pesar de estar expuestos y visibles, intento esconderlos lo más que puedo”, concluye.
Según el dibujo, los tatuajes pueden ser relacionados con el crimen, las pandillas y la prostitución. Por eso, es importante tener en cuenta si una marca en su cuerpo le traerá la verdadera alegría. Porque más importante que trazar nombres y figuras de las cuales un día usted puede arrepentirse, es tener la felicidad dentro de usted.
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