“Gracias a Dios, tuve el privilegio de estar el día de la inauguración del Templo de Salomón. Sin embargo, cada visita me dejó distintas experiencias, que para mí son únicas e inolvidables. Fui con la caravana del Godllywood y puedo decir que experimenté la renovación que buscaba. Pero, antes de uno de los viajes, fui asaltada, se llevaron mi celular y todo lo que tenía, pero gracias a Dios, había puesto el documento en el bolsillo de mi campera y por eso pude viajar. Eso me dio fuerza para ir, sabía que mi respuesta llegaría pronto.
Antes de que llegara el gran día, le hice un pedido a Dios. Escribí todo lo que quería cambiar en mi vida, tenía la certeza que volvería con la respuesta y así fue.
Las palabras no pueden describir lo que experimenté. Puedo decir que volví renovada, aún más sensible a la voz de Dios. Si alguno duda si vale la pena ir, yo le recomiendo que vaya. Porque a pesar de estar rodeado por 10 mil personas, es como si estuviera a solas con Dios”.
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