En Romanos 8: 23 y 24 dice:
«Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las Primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos».
Lo que dice aquí es que el Espíritu Santo es la Primicia de Dios en nosotros. Jesús era llamado Unigénito, la Biblia dice que Él era el Único Hijo de Dios. El ser humano, Adán y Eva, eran criaturas.
¿Por qué Él dice Primicia? Porque el Espíritu Santo bajó justamente el día de Pentecostés, que era el día en el que se conmemoraba la Fiesta de las Primicias, cuando la gente llevaba los primeros frutos de la cosecha y de los animales, ya que antiguamente no se presentaban los diezmos y las ofrendas monetariamente como lo hacemos hoy.
El Espíritu Santo vino justamente el día de la Fiesta, no por casualidad. Fue exactamente 50 días después de que Jesús ascendió, cuando las personas Le ofrecían a Dios las primicias y tanto Su pueblo como Sus siervos Le ofrecían sus vidas como primicias al Señor, obedeciendo a Jesús como Él les había dicho.
¿Qué tiene que ver esto con nosotros en la práctica? ¿Cómo puedo practicar y recibir las Primicias del Espíritu? En Romanos 11:16, dice:
«Y si el primer pedazo de masa es santo, también lo es toda la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas…».
Nosotros somos las ramas, Jesús es la Vid, que dijo: «Aquellos que están en Mí y no dan fruto son cortados». Si usted ya conoce la Verdad, sabe que debe honrar a Dios, que debe obedecer y confiar, que debe ser responsable como ciudadano, como cristiano, y no lo hace, es cortado, pierde la oportunidad. No es que Dios lo corta por placer, sino que Él respeta su decisión de no querer hacer lo que ya le orientó.
Pero a toda rama que está en Él y da fruto la limpia para que lleve aún más frutos. La Primicia de la masa santifica a toda la masa. Cuando ponemos a Dios en primer lugar, todo lo nuestro pasa a ser de Dios. Usted puede decir: «Mi pareja no me apoya, mi hijo no cree, mi hermano no viene a la iglesia», usted puede ser el único en el mundo que cree en Dios, pero, si lo hace de manera bíblica, todo lo suyo es consagrado a Dios y, en el momento debido, todos verán que usted santificó sus pensamientos y sus palabras.
Cuando Dios es Santificado en nosotros, el pasado ya no nos ata. Aunque hayamos hecho cosas terribles, el pasado, los errores, los traumas, son confesados y abandonados, y somos libres. La ansiedad no nos domina, la acomodación y la malicia no nos excluyen del plan de Dios, al contrario, no buscamos excusas para desobedecer, sino que creemos, confiamos y hacemos lo que debemos.
«Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo un olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz del olivo, no seas arrogante para con las ramas; pero si eres arrogante, recuerda que tú no eres el que sustenta la raíz, sino que la raíz es la que te sustenta a ti.» Romanos 11:17-18
Jesús nos sustenta.
No nos corresponde a nosotros juzgar a las personas que conocen más de Dios, que son evangélicos, judíos, católicos, o que dicen ser más espirituales que nosotros. A nosotros nos corresponde bendecirlos y hacer lo que nadie puede hacer por otro, ni nosotros por ellos ni ellos por nosotros: santificarnos.
¿Cuáles son las cosas del futuro que lo contaminan? ¿La ansiedad, la preocupación excesiva, los planes y malos pensamientos? Usted tiene que separarse de esas cosas para que Dios lo llene del Espíritu Santo. La Primicia de Dios, que es Su Espíritu Santo en nosotros, solo viene cuando nos santificamos. No es que seamos perfectos, pero nos apartamos para hacer lo que debemos.
Obvio que esto implica desagradar a mucha gente, empezando por uno mismo, por el propio yo.
Participá este domingo a las 9:30 h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a vos. Otros horarios: 7 y 18 h.