“Las ondas de la muerte me cercaron, los torrentes de iniquidad me atemorizaron; los lazos del Seol me rodearon, las redes de la muerte surgieron ante mí.” 2 Samuel 22: 5-6
A pesar de ser amenazado con redes de muerte, el verdadero cristiano permanece inquebrantable, firme en su fe, pues está seguro que el Señor lo guarda y lo libra de todo mal.