Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
2° Reyes 13
1 En el año veintitrés de Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá, comenzó a reinar Joacaz, hijo de Jehú, sobre Israel en Samaria, y reinó diecisiete años.
2 E hizo lo malo ante los ojos del Señor, y siguió tras los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel; no se apartó de ellos.
3 Y se encendió la ira del Señor contra Israel, y los entregó día tras día en mano de Hazael, rey de Aram, y en mano de Ben-adad, hijo de Hazael.
4 Entonces Joacaz imploró el favor del Señor, y el Señor lo oyó; porque El vio la opresión de Israel, de cómo el rey de Aram los oprimía.
5 Y el Señor dio a Israel un libertador, y escaparon del poder de los arameos; y habitaron los hijos de Israel en sus tiendas como antes.
6 Con todo, no se apartaron de los pecados con que la casa de Jeroboam hizo pecar a Israel, sino que anduvieron en ellos; y también la Asera permaneció en pie en Samaria.
7 Pues a Joacaz no le había quedado del ejército más que cincuenta hombres de a caballo, diez carros y diez mil hombres de a pie, porque el rey de Aram los había destruido y los había hecho como polvo de trilla.
8 Los demás hechos de Joacaz y todo lo que hizo y su poder, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
9 Y durmió Joacaz con sus padres y lo sepultaron en Samaria, y su hijo Jeoás reinó en su lugar.
10 En el año treinta y siete de Joás, rey de Judá, Jeoás, hijo de Joacaz, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó dieciséis años.
11 E hizo lo malo ante los ojos del Señor; no se apartó de todos los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, sino que anduvo en ellos.
12 Los demás hechos de Jeoás, y todo lo que hizo, y el poder con que peleó contra Amasías, rey de Judá, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
13 Y durmió Jeoás con sus padres, y Jeroboam se sentó en su trono; y Jeoás fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel.
14 Cuando Eliseo se enfermó con la enfermedad de la cual había de morir, Jeoás, rey de Israel, descendió a él y lloró sobre su rostro, y dijo: ¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y sus hombres de a caballo!
15 Y Eliseo le dijo: Toma un arco y flechas. Y él tomó un arco y flechas.
16 Entonces dijo al rey de Israel: Pon tu mano en el arco. Y él puso su mano sobre el arco; entonces Eliseo colocó sus manos sobre las manos del rey.
17 Y dijo: Abre la ventana hacia el oriente, y él la abrió. Entonces Eliseo dijo: Tira. Y él tiró. Y Eliseo dijo: Flecha de victoria del Señor, y flecha de victoria sobre Aram, porque derrotarás a los arameos en Afec hasta exterminarlos.
18 Entonces añadió: Toma las flechas; y él las tomó. Y dijo al rey de Israel: Golpea la tierra; y él la golpeó tres veces y se detuvo.
19 Y el hombre de Dios se enojó con él, y dijo: Deberías haber golpeado cinco o seis veces, entonces hubieras herido a Aram hasta exterminarlo. Pero ahora herirás a Aram sólo tres veces.
20 Y murió Eliseo y lo sepultaron. Y las bandas de los moabitas solían invadir la tierra en la primavera de cada año.
21 Y cuando estaban sepultando a un hombre, he aquí, vieron una banda de merodeadores y arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Y cuando el hombre cayó y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie.
22 Y Hazael, rey de Aram, había oprimido a Israel todos los días de Joacaz.
23 Pero el Señor tuvo piedad de ellos, y les tuvo compasión y se volvió a ellos a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de su presencia hasta hoy.
24 Al morir Hazael, rey de Aram, su hijo Ben-adad reinó en su lugar.
25 Entonces Jeoás, hijo de Joacaz, recobró de nuevo de mano de Ben-adad, hijo de Hazael, las ciudades que éste había tomado en guerra de mano de su padre Joacaz. Tres veces Jeoás lo derrotó y recobró las ciudades de Israel.
2° Timoteo 3
1 Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles.
2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes,
3 sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno,
4 traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios;
5 teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita.
6 Porque entre ellos están los que se meten en las casas y llevan cautivas a mujercillas cargadas de pecados, llevadas por diversas pasiones,
7 siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad.
8 Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera éstos también se oponen a la verdad; hombres de mente depravada, reprobados en lo que respecta a la fe.
9 Pero no progresarán más, pues su insensatez será manifiesta a todos, como también sucedió con la de aquellos dos.
10 Pero tú has seguido mi enseñanza, conducta, propósito, fe, paciencia, amor, perseverancia,
11 persecuciones, sufrimientos, como los que me acaecieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor.
12 Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos.
13 Pero los hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.
14 Tú, sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes las has aprendido;
15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.
Oseas 5
1 Oíd esto, sacerdotes, y estad atentos, casa de Israel, y casa del rey, escuchad, porque para vosotros es el juicio; pues lazo habéis sido en Mizpa, y red tendida sobre el Tabor.
2 Y los rebeldes se han ahondado en la perversión; pero yo los castigaré a todos ellos.
3 Yo conozco a Efraín, e Israel no se me oculta; porque ahora te has prostituido, Efraín, se ha contaminado Israel.
4 No les permiten sus obras volver a su Dios, porque hay un espíritu de prostitución dentro de ellos, y no conocen al Señor.
5 Además, el orgullo de Israel testifica contra él, e Israel y Efraín tropiezan en su iniquidad; también Judá ha tropezado con ellos.
6 Irán con sus rebaños y sus ganados en busca del Señor, pero no le encontrarán; se ha retirado de ellos.
7 Han obrado perversamente contra el Señor, porque han engendrado hijos ilegítimos. Ahora los devorará la luna nueva junto con sus heredades.
8 Tocad la bocina en Guibeá, la trompeta en Ramá. Sonad alarma en Bet-avén: ¡Alerta, Benjamín!
9 Efraín será una desolación en el día de la reprensión; en las tribus de Israel yo hago saber lo que es cierto.
10 Los príncipes de Judá son como los que mueven los linderos; sobre ellos derramaré como agua mi furor.
11 Efraín está oprimido, quebrantado en juicio, porque insistía en seguir mandato de hombre.
12 Yo, pues, soy como polilla para Efraín, y como carcoma para la casa de Judá.
13 Cuando Efraín vio su enfermedad y Judá su herida, Efraín fue a Asiria y envió mensaje al rey Jareb; pero él no os podrá sanar,
ni curar vuestra herida.
14 Porque yo seré como león para Efraín, y como leoncillo para la casa de Judá. Yo, yo mismo, desgarraré y me iré, arrebataré y no habrá quien libre.
15 Me iré y volveré a mi lugar hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán con diligencia.
Oseas 6
1 Venid, volvamos al Señor. Pues El nos ha desgarrado, y nos sanará; nos ha herido, y nos vendará.
2 Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de El.
3 Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al Señor. Su salida es tan cierta como la aurora, y El vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra.
4 ¿Qué haré contigo, Efraín? ¿Qué haré contigo, Judá? Porque vuestra lealtad es como nube matinal, y como el rocío, que temprano desaparece.
5 Por tanto los he despedazado por medio de los profetas, los he matado con las palabras de mi boca; los juicios sobre ti son como la luz que sale.
6 Porque más me deleito en la lealtad que en el sacrificio, y más en el conocimiento de Dios que en los holocaustos.
7 Pero ellos, como Adán, han transgredido el pacto; allí me han traicionado.
8 Galaad es ciudad de malhechores, con huellas de sangre.
9 Como bandidos al acecho de un hombre, es la banda de sacerdotes que asesina en el camino a Siquem; ciertamente han cometido iniquidad.
10 En la casa de Israel he visto una cosa horrible: allí está la prostitución de Efraín, se ha contaminado Israel.
11 Para ti también, oh Judá, hay preparada una cosecha, cuando yo restaure el bienestar de mi pueblo.
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