Según un estudio, los niños que crean lazos fuertes con sus padres –a través del tiempo compartido, la lectura y el juego–, son menos propensos a desarrollar comportamientos violentos en la adultez. Además, según un reporte de Reuters, este tipo de relaciones cercanas entre padres e hijos también eleva el coeficiente intelectual de los chicos.
Investigadores en Kingston, Jamaica, estudiaron durante dos años a un total de 129 niños que estaban atravesando por problema relacionados con su crecimiento. Un grupo de niños recibió suplementos alimenticios; a un segundo grupo se le enganchó en una dinámica de interacción y juego con las mamás; a un tercer grupo se le dotó de ambos elementos; y a un cuarto grupo no se le intervino de ninguna manera.
En el experimento se observó que la nutrición no provocó ningún cambio, pero los niños que jugaron y estrecharon lazos con sus mamás sí fueron menos propensos a engancharse en peleas, de acuerdo con la agencia de noticias.
“El hallazgo más emocionante en esta ocasión fue la reducción del comportamiento violento, porque eso es algo que no habíamos observado antes”, le dijo a Reuters la Dr. Susan Walker, líder de la investigación y profesora en la Universidad de West Indies en Jamaica.
El estudio incluyó una visita semanal de una mujer que les enseñó a las madres cómo jugar con sus hijos y cómo desarrollar actividades diarias con ellos. También se les brindaron juguetes y libros.
Al igual que en previos seguimientos, Walker halló que los niños que recibieron estimulación de sus madres tenían IQs (CIs, por sus siglas en español) más altos. En este estudio hubo 6 puntos de diferencia entre aquellos que recibieron interacción y aquellos que no.
Los niños que fueron estimulados también fueron 65 % menos propensos a involucrarse en peleas y crímenes violentos en su vida adulta, y tuvieron mejor desempeño en pruebas matemáticas y de lectura.