Actualmente, podemos ver que con el ajetreo del mundo moderno, las personas aprendieron a priorizar muchas cosas… Estudiar, trabajar, alcanzar el éxito profesional y divertirse. El hecho es que con ese ritmo, la familia ha quedado en segundo plano.
Sin embargo, cuando aparecen los problemas dentro del hogar no vienen solos, traen consigo sentimientos de tristeza y de culpa.
Creo que el sentimiento de culpa es uno de los peores. Eso se debe a que la culpa es una traba y acarrea muchas consecuencias negativas para quien la alimenta.
Yo sé que quien sufrió un abuso en la infancia, agresiones en su relación o fue víctima de una traición, entre otros traumas, busca preguntarse sobre el comportamiento de los demás e intenta entenderlos. Pero el mayor daño tiene lugar cuando, además de preguntarse, la víctima comienza a culparse por las equivocaciones de otras personas y a considerarse incapaz de tomar decisiones que le hagan nuevamente feliz.
Tal sentimiento le hace tan mal al ser humano, que ha recibido cada vez más atención por parte de los especialistas en el área médica. En la Unesp (Universidad Provincial Paulista), varias investigaciones asocian las condiciones emocionales de los pacientes a la aparición y tratamiento de las enfermedades. En uno de los análisis, basado en entrevistas a 40 mujeres con cáncer de mama, útero y ovario, más de la mitad pensaban que se enfermaron debido a pérdidas afectivas, depresión, sentimiento de culpa y estrés.
Es necesario entender que existen errores que son concretos y que pueden repararse, el querer resolverlos será suficiente. Tal vez, incluso, un pedido de disculpas sea el mejor camino, a fin de minimizar el prejuicio causado a terceros.
Tratándose de culpa emocional, todos somos limitados, y la exigencia siempre aparecerá. Debemos aprender de los errores para no volver a cometerlos.
Siendo así, quien es prisionero del sentimiento, en lugar de castigarse o anularse, se debe perdonar. Para eso, basta buscar dentro de sí mismo la fuerza para asumir nuevas responsabilidades con equilibrio, para que nada ni nadie le quite esa autoconfianza, que va a proporcionar un nuevo caminar; que es con la cabeza en alto y sin culpa.
Si quiere aprender a liberarse de las culpas y saber cómo perdonar y ser feliz, la esperamos en la reunión mensual del Grupo Rahab, este domingo 12 de enero a las 15 hs. en Corrientes 4070, Almagro.
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