Share Facebook Telegram WhatsApp Correo electrónico Twitter “Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra.” (Juan 8.6) Cuando un hijo de Dios se esmera por la pureza y rectitud, Él viene en socorro para restaurar y salvar toda su casa. Guernica