Sandra: “Antes de llegar, mi vida era un desastre. Mi esposo estaba en los vicios de droga y alcohol, era golpeador. Así estuvimos casi 17 años.
Él gastaba todo el dinero en los vicios, estábamos en la miseria. Él tenía asma, yo tenía gastritis. Llegamos a pedir para comer, en ese momento teníamos 4 chicos.
A veces hasta los propios vecinos me auxiliaban. Cuando veían que él comenzaba a los gritos, me llamaban y me
quedaba en la casa de ellos hasta el otro día. Cuando él estaba bien pedía perdón y me decía que no lo iba a volver
a hacer.
Llegamos casi separados a la Iglesia. Todo lo que se dijo en la primera reunión que vinimos era lo que estaba pasando en mi vida. Comencé a perseverar los domingos, trayendo las fotos y obedeciendo todo lo que se decía.
Estábamos en la miseria y caminábamos 15 cuadras para venir, si llovía o el día estaba feo, igual veníamos. Yo tenía fe que iba a cambiar, que iba a ser todo distinto. Lo que vivimos hoy, es lo que yo había soñado. Hoy tengo un esposo compañero, podemos salir de vacaciones, cosa que antes no podíamos, ahora vamos a comer juntos. La vida que antes no la hicimos, ahora la hacemos, esas manos que antes me golpeaban, ahora hacen caricias. Gracias a Dios, todo cambio en mi vida”.
Si usted quiere un cambio de vida, lo esperamos en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted. Haga clic aquí y encuentre las direcciones de las iglesias.
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