Hoy en día se ha puesto de moda entre los jóvenes el pensamiento que las drogas o estimulantes les ayudarán a aclarar sus ideas y a mantenerse más activos. Algunos las usan como una forma de llamar la atención de sus padres, piensan que si prueban un poco de estupefacientes, por curiosidad, no sufrirán daños y podrán escapar de sus problemas, porque un amigo les dijo la famosa frase “probá, que la primera vez no pasa nada”, una gran mentira de los supuestos amigos. Una vez que pase el efecto de las drogas, los problemas continuaran y este vicio solo terminara arruinándole la vida.
Hoy, la mayoría de los adolescentes están expuestos a estas sustancias a una edad en la que todavía sienten la presión de estar en la moda de los compañeros del colegios o la facultad. Y lo más triste de todo esto es que ahora desde chicos la mayoría no le hace caso a sus padres, ponen como prioridad el consejo de los amigos.
En muchos casos, los padres no saben cómo lidiar con este problema y tratan de echarle toda la culpa al adolescente llamándolo irresponsable, mal hijo o creándoles sentimientos de culpa.
Estas actitudes son algunos aspectos que pueden llevar a una persona, especialmente a un adolescente, a los vicios. El adolescente que se encuentra bajo el efecto de las drogas puede sentirse eufórico o irritable, entrar en una profunda depresión o agresividad, perder la noción temporal de las cosas, y en casos extremos puede llegar a delinquir con tal de continuar con su adicción.
Esto podrá contrarrestarse cuando la familia, los padres, le brinden al adolescente los elementos y conocimientos necesarios para alejarlo de este tipo de adicciones. Enseñarle a convivir con este tipo de problemas sociales le ayudará al adolescente a saber discernir dónde está el peligro y apartarse a tiempo de él.
Por supuesto, estos conocimientos vienen acompañados de afecto, seguridad emocional, estabilidad familiar, comunicación permanente, entre otros, sumados a la búsqueda de la dirección y ayuda de Dios, que ayudarán al adolescente. Lo harán más fuerte espiritualmente y lo acompañarán para que pueda salir de este vicio.
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