El estudio mostró que la severidad y duración de los síntomas de los pacientes tratados con antibióticos no fueron distintos de los de aquéllos que recibieron un placebo. Pero los expertos subrayan que se debe ser cauteloso porque si se sospecha una neumonía, los antibióticos sí deben usarse debido a la severidad de esta infección.
El profesor Paul Little de la Universidad de Southampton, quien dirigió el estudio, señala que “es probable que el uso del antibiótico amoxicilina ayude a tratar infecciones respiratorias en pacientes en quienes no se sospecha neumonía, y que pueda ser perjudicial”. El estudio, que fue realizado en 12 países europeos, incluidos Bélgica, Inglaterra, Francia y Alemania, se llevó a cabo de 2007 a 2010.
La investigación
El nuevo estudio dividió al azar a los pacientes en dos grupos: uno recibió el antibiótico y el otro un placebo, tres veces al día durante siete días. El estudio encontró poca diferencia en la severidad y duración de los síntomas de ambos grupos. Esto también se aplicó a pacientes de mayor edad, de 60 años o más, que sumaban casi 35% de los participantes. Al final del estudio, los que tomaron antibióticos informaron de más efectos secundarios, incluidos náusea, erupción y diarrea, que los que tomaron el placebo.
Las infecciones respiratorias son uno de los problemas más comunes por lo que los pacientes consultan al médico.
“El uso excesivo de antibióticos, dominado por la prescripción en la asistencia primaria y particularmente cuando son inefectivos, puede conducir al desarrollo de resistencia y provocar efectos secundarios como diarrea, erupción y vómito”.
“Nuestros resultados muestran que las personas mejoran solas. Pero dado que un pequeño número de pacientes se beneficia con antibióticos, el desafío ahora es identificar a estos individuos” agrega.
Estudios previos sobre si los antibióticos son beneficiosos o no para el tratamiento de infecciones respiratorias, cuyos síntomas incluyen dificultad para respirar, debilidad, fiebre alta, tos y fatiga, han mostrado resultados contradictorios, particularmente en las personas mayores cuyas infecciones respiratorias pueden provocar complicaciones.
El doctor Nick Hopkinson, miembro de la Fundación Británica del Pulmón, piensa que el estudio ofrece información valiosa para no recetar antibióticos cuando los piden los pacientes. “Algunos pacientes con infecciones leves piden una receta de antibiótico. Este estudio puede ayudar a los médicos generales a decidir que éstos no son la mejor opción”.
“La mayoría de las infecciones leves se curan por sí mismas sin necesidad de antibióticos, debido a que son principalmente causadas por virus. Cuando un paciente tiene una infección leve siempre se le dice que regrese si los síntomas no mejoran”.
“Este estudio es alentador y apoya lo que los médicos generales ya están haciendo”. Además, dice, recetar antibióticos excesivamente puede conducir a una resistencia bacteriana a las infecciones.
El doctor Michael Moore, del Colegio Real de Médicos Generales, otro de los autores del estudio, señala que “es importante que los médicos generales tengan claro cuándo deben y cuándo no recetar antibióticos a los pacientes para reducir la emergencia de resistencia bacteriana en la comunidad”.