En la Biblia, en el libro de Jueces, hay una parábola que se aplica mucho a los días de hoy.
Todo sucedió tras la muerte de Gedeón. Mientras vivió y fue el líder de Israel, hubo paz en toda la nación.
Sucedió que, tras la muerte de Gedeón, uno de sus hijos, Abimelec, quiso reinar en lugar de su padre, a pesar de que Gedeón había afirmado en vida que ninguno de sus hijos reinaría sobre Israel (8:23). Abimelec, tomado por la ambición y por el poder, mató a todos sus hermanos. Él quería tomar el trono de liderazgo de la nación. Sin embrago, Jotam, el hijo menor de Gedeón, logró escapar y pronunció una alerta severa al pueblo de su tierra, sobre lo que estaba cerca de suceder. Y les contó esta parábola:
Entonces, Jotam dijo:
“-Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?
-Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles?
-Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros. Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles ?
-Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros. Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.” Jueves 9:8-15
Aprendemos, a través de esta parábola, algunas lecciones para nuestros días:
- La omisión de los buenos hace que los que los malos asuman el poder.
- Cuando no haya una buena opción de elección entre los que quieren gobernar, el pueblo elegirá la peor opción (¡sepa elegir!).
- Cuando los malos gobiernan, todos (buenos, malos, quieran o no) quedan bajo su sombra (autoridad); y los que no se sometan a la vid, esta los quemará.(destruirá). Este es el proyecto de mal: hacer que el pueblo elija o permita que la vid asuma el poder con el fin de destruirlo.
¡No permita que el proyecto del mal se materialice!