LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO SIRVEN PARA QUE SEAMOS TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS A SUS ESCOGIDOS.
«Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia».
1 Corintios 14:1-4
«Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos». Mateo 22:14