Los dos lugares donde todos creen en Dios son el cielo y el infierno. Solamente en la Tierra es donde existe quien dude. Existe una razón para eso.
Lo opuesto a lo caliente es lo frío; lo opuesto a la luz es la oscuridad; pero lo opuesto a la fe no es la ausencia de ella. Es la duda.
Pablo, vehemente perseguidor de los cristianos que se convirtió en un gran promotor de la fe en Jesús, dijo:
Pero si el Evangelio que anunciamos está escondido, está escondido solamente para los que se están perdiendo. Ellos no pueden creer, pues el dios de este mundo les cegó el entendimiento, conservándola en la oscuridad. Él no los deja ver la luz que brilla sobre ellos, la luz que viene de la buena noticia al respecto de la brillante gloria de Cristo, el cual nos muestra cómo Dios realmente es.
Eso quiere decir que hay una acción opuesta al desarrollo de la fe en Dios en este mundo. Esta acción no se preocupa en extinguir la fe de las personas, sino solo en sembrar la duda en su mente. Note que esta siembra sucede en la mente de las personas. Pues la fe en Dios proviene de la mente, de la inteligencia, y no del corazón (no de los sentimientos).
Todo lo que esta fuerza opuesta hace es estimular dudas en la mente, entre ellas:
* ¿Será que realmente existe Dios?
* Si Él existe, ¿por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?
* ¿Y si la Biblia es solo un montón de historias para engañar y controlar a las personas?
* La ciencia ya explicó el origen de la vida. ¿No somos todos descendientes de los monos, un simple accidente?
Y por ahí sigue. Lo interesante es que esas dudas hacen que las personas se sientan superiores, más inteligentes que quien cree en Dios, por estar cuestionando las cosas. Y realmente, es inteligente cuestionar. Pero no es inteligente dejar de cuestionar.
Los realmente inteligentes buscan sinceramente las respuestas a esas preguntas y dudas, oyen los dos lados, prueban las tesis, y solo entonces sacan sus propias conclusiones. Dios no les tiene miedo a las preguntas. A fin de cuentas, fue Él quien nos dio la habilidad de cuestionar.
Pero lo que esta acción del mal hace en los incrédulos es implemente sembrar la duda, y una vez que es instalada, les impide continuar buscando la verdad.
¿Usted ya buscó entender, de verdad, ” la luz que brilla sobre ellos, la luz que viene de la buena noticia al respecto de la brillante gloria de Cristo, el cual nos muestra cómo Dios realmente es”?
Hay una luz que viene de entender el Evangelio (que quiere decir “buena noticia”). Si usted aún no buscó entender lo que este presenta, su mente sigue en la oscuridad de la duda y de la ignorancia. Y para alguien inteligente, eso no es una opción.
No espere que llegue el día y el lugar donde ni la fe ni las preguntas serán más necesarias, pues la existencia de Dios será tan obvia como la suya propia. Será demasiado tarde.
PD: El Evangelio de Juan, en la Biblia, fue escrito para presentarle al mundo la buena noticia al respecto de la brillante gloria de la persona del Señor Jesús. Para buscadores de la luz, una excelente meditación. ¿Qué tal separar 20 minutos por día, durante los próximos 21 días, para embarcarse en esta búsqueda? Sepa cómo hacer el Propósito de Juan aquí.
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Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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