Muchos de los que están leyendo este mensaje, aunque estén en la iglesia hace muchos años, aún no se dieron cuenta del alto y sublime privilegio de haber sido escogidos por el Señor Jesús. ¿Ya se detuvo a meditar sobre eso? Dijo Jesús:
Si el mundo os aborrece, sabed que a Mí Me ha aborrecido antes que a vosotros. Juan 15:18
¿Cuál es la razón por la que el mundo odia a Jesús? Es simple:
…el mundo entero está bajo el maligno. 1 Juan 5:19
Quien domina la mente humana, desde que Adán desobedeció a Dios en el Jardín del Edén, es el diablo. Él recibió la autoridad que fue dada al hombre y estableció su reino aquí en esta Tierra, dirigiendo la mente de todos los que viven en la práctica del pecado en este mundo, su odio se da a causa de haber sido expulsado del cielo, por consiguiente:
…Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Santiago 4:4
Nosotros fuimos escogidos por el Señor Jesús. ¿Saben qué es eso, obreros? Teníamos el alma sumergida en las extremidades de la oscuridad, Él nos buscó en las tinieblas de este mundo y nos encontró. Como el buscador de metales preciosos encuentra oro en las profundidades de la tierra, usted es el oro que fue encontrado por el Señor Jesús.
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes Yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Juan 15:19
Los escogidos son odiados porque el mundo (el diablo) los envidia. Todo lo que el diablo quería era tener una nueva oportunidad de vivir con el Altísimo en la Gloria, pero ese privilegio fue dado solamente a aquellos que oyen y practican la Palabra de Dios.
El que es de Dios, las Palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios. Juan 8:47
Los escogidos son oro, son más preciosos que el fino oro de Ofir, son nada más, nada menos que hijos de Dios y dueños de toda riqueza que existe por encima de nuestra cabeza, a fin de cuentas:
Todo lo que tiene el Padre es mío… Juan 16:15
Por eso, obreros y todos los lectores, anden correctamente, en obediencia a la Palabra de Dios, aléjense del pecado, abandonen las prácticas y pensamientos de este mundo. Y, si ustedes están siendo perseguidos por causa de la justicia, regocíjense, porque nuestro Señor nos mostró que es la manera que tenemos para ver que estamos en el camino correcto.
¡Que Dios los bendiga!
Colaboró: Obispo Sergio Corrêa