“Nuestro objetivo es sacar a los jóvenes de las drogas”, afirma el responsable del trabajo de la Universal en Rusia, el pastor Eder Figueiredo. Y, con este objetivo, él y los voluntarios de la Iglesia de la región reunieron aproximadamente 300 jóvenes en el evento realizado.
Se sabe que el mundo ofrece diversas opciones de ocio y diversión a los jóvenes, no todas son buenas. Por lo tanto, es importante educarlos para que sepan discernir entre lo que le traerá buenos frutos y lo que no. Sin embargo, esto debe hacerse de manera que los jóvenes quieran escuchar lo que se tiene para decir, y no para hacerlos alejar aun mas de quienes quieren enseñarle.
Para cumplir esta misión, el evento que reunió a tantos jóvenes – la mayoría de los cuales todavía no frecuenta la Universal – fue la primera etapa de un torneo de fútbol de salón realizado entre ocho equipos de Moscú, capital rusa. La meta fue utilizar el deporte, que tanto atrae, para llevar “un mensaje que haga al joven pensar en las consecuencias de sus errores”, según explica el pastor Eder.
“Hoy en día, el joven es muy influenciado por todo lo malo que ve. Por ejemplo: los comerciales de cigarros y bebidas, siempre muestran a personas jóvenes, bonitas y sin temores. Nuestra iniciativa es darle una dirección correcta a estos jóvenes, para que puedan ocupar sus mentes con cosas positivas”, destacó el pastor.
Además del fútbol, que ya de por sí involucra lo suficiente para captar la atención, la reunión también contó con diversas presentaciones musicales. El coordinador del grupo de jóvenes de la región, el pastor Rafael Machado, transmitió el mensaje: “Todos en esta vida ya cometieron un error, pero cuando lo reconocen toman la actitud de arreglarlo y actuar de manera correcta, no hay nada que pueda impedir que el joven se desarrolle y crezca en la vida.”
“Todo lo que necesitaba para ser feliz”
La joven Irina Nechaeva participó del evento y concuerda con la declaración del pastor Rafael. “Antes de conocer al grupo Fuerza Joven Universal (FJU) Rusia, yo bebía, frecuentaba bailes y era depresiva”, cuenta.
Irina afirma que no era capaz de encontrar ninguna alegría en su vida, hasta que los jóvenes de la Fuerza Joven le presentaron a Dios. En aquel momento ella decidió abandonar los vicios y los bailes. “Hoy soy una persona feliz y realizada. No necesito beber para tener alegría, pues todo lo que necesitaba para ser feliz lo encontré en la Fuerza Joven.”
Usted también puede participar de las actividades realizadas por los jóvenes de la FJU. Visite la Universal más cercana a su domicilio y conozca el trabajo del grupo.
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