Romina Amarilla hoy disfruta de una nueva vida, ella aprendió a usar su fe y encontró la solución a sus problemas. Sus actitudes hicieron posible una nueva historia. “Mi vida era un infierno. Con 25 años de edad quería morir porque no era feliz. Como mujer era insegura, depresiva y muy celosa. Convivía con quien hoy es mi esposo y nuestra vida era muy triste. Estábamos juntos, pero a la vez separados. Por mi parte había mucho odio hacia él, también reinaba el enfriamiento entre los dos.
Recuerdo que por mis celos nos peleábamos frecuentemente, yo estaba enferma de los ganglios y los médicos no encontraban una cura definitiva. Esta enfermedad me producía muchos dolores de cabeza, adormecimiento facial y en los brazos. Tomaba muchos medicamentos, hasta el neurólogo me dio tranquilizantes porque también tenía ataques de pánico, ataques de ira y ataques de nervios. Recuerdo que debía tomar 9 pastillas por día, pero seguía igual, es más, estaba peor.
Ya no tenía ganas de nada, pensaba que mi vida nunca iba a cambiar. No comía porque me veía gorda y fea, eran muchas mis inseguridades como mujer. En sí, toda mi vida estaba destruida, pero cuando comencé a participar de las reuniones, las cosas cambiaron en mí y entre nosotros. Hoy mi vida es completamente diferente. Fui sanada y no tengo ni una secuela de la enfermedad, y, la relación con mi pareja fue restaurada, incluso nos casamos con la bendición de Dios. Hoy puedo decir que soy feliz de verdad”.
Participe este martes de la reunión de sanidad a las 16 y 20h en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa. Encuéntrela aquí: www.universal.org.ar/direcciones
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