Hay diferentes estudios que muestran los riesgos de usar dispositivos electrónicos a temprana edad. Según la SAP (Sociedad Argentina de Pediatría), los niños menores de dos años pueden tener dificultades en el desarrollo si permanecen expuestos durante mucho tiempo a las pantallas de celulares, tablets, videojuegos, entre otras.
Además, la institución indica que los pequeños entre dos y cinco años pueden estar, como máximo, una hora frente a una pantalla, siempre y cuando estén acompañados por un adulto responsable, y que los contenidos que vean sean didácticos y apropiados para su edad.
Los conocimientos y aprendizajes que se adquieren durante la infancia son fundamentales para el fortalecimiento cerebral del ser humano. Sin embargo, el tiempo invertido, de manera excesiva, en la nueva tecnología puede ocasionarles varios problemas a los niños. Esto se debe a que, al dedicarles tanto tiempo a los aparatos electrónicos, pierden la oportunidad de vincularse afectivamente con las personas a su alrededor, no juegan, no realizan actividades físicas ni leen.
Además, el uso excesivo de estos dispositivos desde temprana edad podría originar o agravar problemas visuales, contracturas musculares, tendinitis, como también causar obesidad, depresión, ansiedad, trastornos vinculares, deterioro cognitivo, emocional y social, debido a la no práctica de actividades saludables.
¡Protéjalos!
Si a algunos adultos ya les resulta difícil controlar el tiempo que pasan frente a los aparatos digitales, ¡imagínese a los niños! Por eso, es importante que establezca un tiempo determinado para que sus hijos puedan utilizar los dispositivos bajo su supervisión.
Como responsable de un menor, todo lo que invierta hoy, en los momentos que comparte con él, en la enseñanza que le da, en la disciplina que le aplica y en el cariño que le ofrece, será recompensado en un futuro.
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él,” Proverbios 22:6.