La posición más noble que una persona puede alcanzar es servir a Dios. Por eso, el trabajo realizado por los obreros voluntarios de la Universal es muy importante.
¿Pero usted sabe lo que es ser un obrero?
La palabra obrero significa aquel que trabaja o aquel que, por palabras o por obras, contribuye para el desarrollo de una gran idea o de una institución. En la Obra de Dios, el obrero es una persona educada al hablar con quien está pasando por una situación difícil, siguiendo siempre las orientaciones bíblicas. No opina sobre lo que pasó y tampoco intenta resolver el problema del otro con sus propias ideas.
Se puede afirmar que ese siervo de Dios es el “brazo derecho” del pastor, aquel a quien se le puede confiar las responsabilidades de mantener la iglesia en orden, además de recibir y abrigar a los afligidos que llegan. Para ser un obrero es importante estar repleto del deseo ardiente de salvar a los que están perdidos, sin ninguna remuneración por eso.
Cuando alguien se vuelve uno de estos voluntarios, la responsabilidad en lidiar con las almas aumenta, pues está declarando guerra contra las fuerzas del mal. Por eso, el obrero siempre debe estar bien con Dios, siéndole fiel a Él en todos los sentidos.
Los de la fe
El mes pasado, los obreros “plata de la casa”, aquellos que sirven a Dios hace más de quince años, fueron consagrados en el Templo de Salomón. Más de 2 mil voluntarios recibieron de Dios la bendición para su ministerio y el fortalecimiento necesario para llevar la Palabra de Dios a los necesitados.
Entre ellos estaba la pareja de Rosa Magna y Eliseu Francisco, que están casados hace 34 años y frecuentan la Universal hace más de 20 años y hace exactamente 18 están sirviendo a Dios como obreros.
En esos años ellos tuvieron la oportunidad de ayudar a muchas personas. Rosa recordaba, por ejemplo, de una joven que había invitado para ir a la Universal con ella y que, en el exacto momento que se preparaban para eso, el padre manifestó con un espíritu. “El mal la amenazaba. En aquel instante la joven despertó la fe y se convirtió un 100%. Hoy ella sirve a Dios como esposa de Pastor.”
Por otro lado, Eliseo recuerda que, en el año 1997, después que él y su esposa fuesen levantados como obreros, sufrieron muchas persecuciones en el trabajo y en la familia, por causa de la fe que profesaban. Pero todo lo que sufrieron fue para fortalecimiento espiritual, “Dios permitió la persecución para que estemos más cerca de Él.”
La libertad espiritual
Hoy ella tiene 40 años de edad, sonriente y muy feliz. Pero no siempre fue así. Su pasado estuvo marcado por los vicios e incluso por un aborto.
Bárbara Brito relata que cuando llegó a la Universal sufría mucho. Pero que, cuando le entregó su vida al Señor Jesús, todo cambió, “cuando fui levantada a obrera, vi allí el mayor milagro de Dios. Yo era la oveja negra de la familia y, en aquel momento, me estaba convirtiendo en una referencia para mi casa. Hoy mi mayor bendición es también ver a mi hija en la obra de Dios. Mi secreto de permanecer firme fue haber nacido de Dios. Nada más valioso que eso”, afirma.
Y usted, ¿también tiene el deseo de convertirse en un voluntario de la Obra de Dios? Participe de las reuniones de la Universal y aprenda el camino a seguir para alcanzar esa bendición. Encuentre la dirección de una iglesia cercana a su domicilio ingresando aquí.
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