En la orilla noreste del Mar de Galilea hay una planicie fértil, la de Betsaida, donde está ubicada la ciudad del mismo nombre, citada en el Nuevo Testamento. Es la tierra de los apóstoles Felipe, Andrés y Pedro, y donde Jesús realizó algunos de Sus milagros más famosos.
Muchas investigaciones arqueológicas se realizan en el lugar, en el que varias edificaciones y artefactos de la época del Nuevo Testamento ya fueron encontrados y catalogados. Entre las ruinas de la Edad de Acero encontradas, las dos más importantes son las de la Casa del Pescador y la Casa del Vitivinicultor, con arquitectura y objetos que muestran el trabajo de sus antiguos moradores. Algunos sitios arqueológicos aceptan que los turistas participen de pequeñas excavaciones bajo orientación, como voluntarios.
El nombre Betsaida viene del hebreo, y significa “casa de caza”. Según indican las investigaciones arqueológicas, su poblamiento comenzó alrededor del siglo X antes de Cristo (a.C.). En la ciudad, Jesús curó a un ciego, conforme los escritos de Marcos (8:22-26):
“Vino luego a Betsaida; y Le trajeron un ciego, y Le rogaron que le tocase.
Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo.
Él, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan.
Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.
Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea”.
Turismo
No solo los pelegrinos que quieren conocer lugares por donde Jesús anduvo en la Tierra Santa frecuentan la región. Las atracciones turísticas son casi infinitas, dada la exuberancia de la naturaleza del lugar, la fertilidad de su suelo y la belleza del Mar de Galilea, en realidad, un gran lago. Muchos hoteles, posadas, resorts, restaurantes y complejos turísticos están presentes en la zona, con una estructura envidiable.
Triángulo evangélico
Betsaida forma un área llamada “Triángulo evangélico” junto a las ciudades de Capernaum y Corazín, por la intensa actividad milagrosa de Cristo en la región. Sin embargo, el propio Jesús criticó la incredulidad de sus habitantes en Mateo 11:20-24:
“Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de Sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo:
¡Ay de ti, Corazón! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza.
Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras.
Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy.
Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti”.
Aunque el poder de Dios fuera evidente a través de las acciones de Su Hijo, muchos no creyeron en Él. Desde allí, Jesús y Sus discípulos partieron para seguir predicando, desde Cesarea de Filipo.
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