La Ciudad Vieja de Jerusalén estaba cortada por una larga calle de norte a sur, con dos hileras enfrentadas, cubiertas de tejas, las cuales abrigaban varios comercios. Era la principal calle del Cardo, la zona comercial de la urbe.
El descubrimiento surgió después de una gran excavación realizada en la década del 70 del siglo pasado, por el equipo del arqueólogo Nahman Avigad, de la Universidad Hebrea de Jerusalén; un trecho de aproximadamente 200 metros de la famosa calle del Cardo mostró gran parte del empedrado original y a las columnas que sostenían los tejados en el Barrio Judío. Esta parte data de la época del emperador Justiniano (primera mitad del siglo 6).
Durante el período de dominio romano, se construyó una porción más nueva de la calle comercial, comenzando en el Portón de Damasco. La ruta central original tenía 12 metros de ancho. Si le sumáramos los espacios laterales, o el de los comercios y las veredas, el ancho alcanzó los 22 metros; el equivalente, en los días de hoy, a una calle con cuatro carriles.
En la era bizantina, el Cardo servía comercialmente a toda el área metropolitana de Jerusalén; tanto a los habitantes como a los peregrinos. Había varias iglesias en sus alrededores. Y dos filas de columnas cilíndricas soportaban una larga pérgola de madera que protegía a los puestos y tiendas del sol y de la lluvia.
Una parte de la estructura del tejado fue reconstruida para que los turistas tuvieran una idea de cómo era originalmente.
Oculta por el tiempo
Hoy, el Cardo está a 6 metros por debajo de las actuales calles, revelando el nivel de sedimentos acumulados a lo largo de 1,4 mil años. Es muy común que, en excavaciones de ese tipo, se encuentren ciudades enteras debajo de otras – incluso, más de dos.
Un área del Cardo fue reconstruida y cubierta, formando una especie de shopping rústico que muestra partes antiguas y modernas en armonía. Vendedores judíos, ofrecen allí varios tipos de artesanías y recuerdos para turistas. El complejo continúa en dirección al norte, hacia al Portón de Damasco, más allá del barrio judío, hasta la división de los Barrios Musulmán y Cristiano.
Cardo fue la principal calle de cuando la Ciudad Vieja era la Jerusalén que todos conocían. Hoy, es mucho más estrecha que en aquella época.
Una parte del Cardo fue cubierta, a fin de ser preservada de la intemperie, garantizándole más protección a este importante patrimonio histórico de toda la humanidad. Allí se llevan a cabo muchas visitas monitoreadas, las mismas se ofrecen a los visitantes de todo el planeta, en varios idiomas.