En el libro de Juan, capítulo 9, se encuentra el pasaje en que Jesús, en Jerusalén, cura a un mendigo ciego de nacimiento mientras pasaba por la ciudad con Sus discípulos. El Mesías escupió en el suelo y, con las manos, hizo una pasta con tierra y saliva que aplicó en los ojos del mendigo. Inmediatamente ordenó que el hombre se lavara allí cerca, en el estanque de Siloé.
Él fue, se lavó, retiró el barro de sus ojos y comenzó a ver, para que todos vean la gloria de Dios.
Encontrado de casualidad
Cuando los arqueólogos trabajaban en las excavaciones de la parte oeste de la Ciudad de David, en Jerusalén, descubrieron el estanque del relato bíblico, que hoy puede ser visitado. El reservorio está unido al Túnel de Ezequías, acueducto excavado en la roca que abastecía a la fortaleza de David.
En 2004 los operarios que trabajaban en el mantenimiento de un sistema de drenaje de aguas pluviales encontraron, mientras cavaban, antiguos escalones de piedra. Los arqueólogos Eli Shukrum, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, y Ronny Reich, de la Universidad de Haifa, fueron encargados de explorar el área descubierta. El sistema de drenaje y hasta la calle en que se ubicaba fueron desviados, liberando el área para mayores excavaciones. Después de meses de trabajo, una larga escalinata fue descubierta, era el acceso al gran estanque en que el mendigo se lavó.
Los objetos encontrados, como potes de cerámica, y la forma en que los escalones fueron construidos confirman que el estanque estaba en pleno uso en el siglo I. Las excavaciones continuaron a lo largo de 2005, mostrando que el estanque era mayor de lo que todos imaginaban, y los arqueólogos descubrieron su base empedrada, una gran piscina rústica. Fueron liberados 20 escalones, en cuatro extremos de cinco.
Dios provee durante la crisis
El estanque, usado en los tiempos de Jesús, recibía agua de un túnel cavado en el año 700 a. C. por el rey Ezequías para abastecer a Jerusalén durante los cercos de los asirios, descritos en 2 Reyes 20:20
“Los demás hechos de Ezequías, y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?.”
La misma construcción es citada en 2 Crónicas 32:30:
“Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.”.
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