El Monte Ararat es considerado el lugar donde reposó el Arca de Noé después del fin del gran diluvio, como lo relata el libro de Génesis. Punto culminante de Turquía, el monte está cerca de las fronteras de países como Irán y Armenia. Su punto más alto está a 5.165 metros del nivel del mar.
El Ararat es, en realidad, un volcán adormecido. No se sabe con seguridad cuando fue su última erupción, pero hay relatos de un temblor en la tierra ocasionado en 1840, sin liberación de lava. Actualmente, un tercio de la montaña está permanentemente cubierta de nieve y hielo. A su lado está el Pequeño Ararat, el pico más bajo, con 3.896 metros.
Se lo consideraba imposible de escalar hasta 1829, cuando el naturalista alemán Friedrich Parrot (foto a la izquierda) y el escritor armenio Khachatur Abovian (foto a la derecha) llegaron a la cima. Aun hoy, escalarlo es difícil – las expediciones llevan cerca de 5 días, con buen tiempo, para llegar a la cumbre.
A lo largo de los años, muchos grupos de exploradores subieron al Ararat con la esperanza de encontrar restos de la famosa arca que Noé construyó, por pedido de Dios, para salvar su familia y varias especies de animales de una gran inundación que el Señor arrojaría sobre la tierra para exterminar a la raza humana, por entonces, dominada por la corrupción y la violencia (lea Génesis 6:13). Existen relatos sobre la creencia de la presencia de restos del arca en el monte turco, escritos por el historiador romano Flavio Josefo, alrededor del año 70 después de Cristo (d.C), y por el explorador veneciano Marco Polo, alrededor del 1300.
Según los relatos bíblicos, Dios hizo llover sobre la faz de la tierra durante 40 días y 40 noches. Ordenó al patriarca Noé que construyera un gran barco según las especificaciones divinas, en el cual, él refugiaría a su familia y a siete pares de animales considerados “limpios” y solo un matrimonio de los considerados animales “inmundos”, para la perpetuación de las especies después de que bajaran las aguas (lea Génesis 7).
La Biblia cuenta que la inundación duró 150 días. Cuando el agua bajó, el arca reposó sobre “los montes de Ararat.”. Este es un punto que generó discusión entre estudiosos de la Biblia por varios años. En el Libro Sagrado, Ararat es citada en otros dos pasajes (2 Reyes 19:37 y Jeremías 51:27), donde queda claro que la referencia se realiza en una región. Teólogos e historiadores alegan que la palabra “Ararat” se refiere al original “Urartu”, que fonéticamente es muy parecida, ya que las vocales son prácticamente suprimidas al pronunciarlo. Y “Urartu”, derivado de la antigua Biblia hebrea, era tanto el nombre de un antiguo reino de la Edad de Hierro como una expresión que significaba “tierra distante” o “tierra al norte”. En todo caso, el reino de Urartu era vasto, cercando la región donde hoy se sitúa Armenia y parte de Georgia. En la traducción bíblica más utilizada del habla hispana, Reina Valera 1960, el texto está escrito literalmente “los montes Ararat”, donde no da la idea de un monte específico, pudiendo significar cualquiera de las otras regiones montañosas de la vasta área urartiana.
A pesar de que el Monte Ararat sea el real lugar de reposo de la gran arca, varios exploradores hacen expediciones al Monte, hasta hoy. Algunos, frecuentemente, afirman encontrar resquicios del Arca de Noé, descubrimiento que le daría envidia hasta a un Indiana Jones. Detrás de la constante búsqueda de la gloria del descubrimiento, el arqueólogo brasileño Rodrigo Silva, responsable del Museo de Arqueología Bíblica Paulo Bork, en el interior paulista, es categórico: “Hasta hoy, 43 ‘exploradores’ afirmaron encontrar resquicios del Arca de Noé. Sólo que cada uno en un lugar completamente diferente del otro. Definitivamente, nunca fue encontrado ningún indicio de la gran arca en el Monte Ararat ni en otro lugar.”
Gran frontera
El complejo del Ararat, incluidos el Grande y el Pequeño, tiene cerca de 40 quilómetros de diámetro en la región de Anatólia, en Turquía, donde el monte es llamado A?r? Da?? (“montaña del dolor”). El punto culminante del macizo del Ararat está 16 quilómetros al este de Irán y 32 quilómetros al sur de la frontera con Armenia. El monte es uno de los símbolos nacionales de Armenia, dominando el horizonte de su capital, Erevan (o Yerevan), formando parte del escudo oficial del país (foto).
Aunque el Ararat no sea el lugar donde el Arca de Noé “se atascó”, o si la gran embarcación siquiera existió-como creen algunos- lo importante es la lección dada en la historia por Noé al creer en el Señor cuando todos se reían de él. Hay relatos del gran diluvio en otras culturas, algunas describen a un gran barco que salvaría a pocos, como en el épico babilónico de Gilgamesh. Rodrigo Silva es firme en su posición en cuanto a los “descubridores” del arca, precisión necesaria en su profesión. Y, además, el arqueólogo brasileño tiene una óptima respuesta para quien cuestione su fe: “Para mi, basta con el relato bíblico. Si está en la Biblia descripto, es más que suficiente para que yo crea.”