En un promontorio en la costa sur de la isla griega de Creta se encuentra la ciudad de Phoenix, citada en la Biblia en el episodio del naufragio que el apóstol Pablo sufrió en el Mar Adriático, cuando era llevado cautivo a Roma.
En la Biblia, ella también es llamada Fenice:
“Y siendo incómodo el puerto para invernar, la mayoría acordó zarpar también de allí, por si pudiesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí.” Hechos 27:12
Sabemos, por el relato bíblico, que el barco nunca llegó a Fenice, debido a un fuerte viento que lo empujó hacia una playa en Malta, donde naufragó.
En los tiempos bíblicos, la profundidad de las playas era suficiente para alojar a las mayores embarcaciones de la época, atributo que cambió con el tiempo.
Hoy un punto turístico con la típica exuberancia de la costa mediterránea, en la Antigüedad fue una importante ciudad cretense por ser uno de los pocos puertos naturales de la isla, además de tener cuatro de las fuentes de agua dulce más importantes de la región.
Las ruinas locales aún no fueron excavadas por los arqueólogos, entre ellos una fortaleza construida por los turcos, restos de edificaciones medievales y dos capillas. Columnas y restos de artefactos indican que en la Antigüedad había una ciudad de porte considerable en el área. Inscripciones locales aluden a un importante navío granelero de Alejandría, de Isopharia, de la época del reinado del emperador romano Trajano (siglo II), en que su imperio alcanzó su mayor extensión territorial y fue marcado por obras públicas y sociales de gran envergadura.
Aunque pueda parecer en un primer momento, no hay relación entre el nombre de la ciudad con la famosa ave mitológica que renacía de las cenizas. Phoenix theophrasti es el nombre de una palmera un tanto extraña en relación a las demás, pero encontrada en abundancia en aquella área, también conocida como palmera de creta.
Se especula que el registro de ese nombre del ave de la mitología se dio por un error de interpretación de los textos del historiador y geógrafo griego Heródoto, ya que el pájaro era generalmente representado posado sobre una de esas palmeras.