Jericó era una importante ciudad de los tiempos bíblicos, descripta en el Antiguo Testamento como la “Ciudad de las Palmeras” o “Ciudad de las Palmas”, por la abundancia de ese tipo de árbol en la región. Conserva ese sobrenombre hasta hoy. El pasaje bíblico más famoso sobre el lugar es el que muestra a los hebreos, recién llegados a la Tierra Prometida, derrumbando las imponentes murallas de la ciudad al son de trompetas y gritos, llegando a conquistarla bajo el liderazgo de Josué.
La ciudad, a 27 kilómetros de Jerusalén, la capital de Israel, litiga por el título de la ciudad más antigua del mundo, continuamente habitada. En ésta hay evidencias de casas de hace 9 mil años antes de Cristo (a.C.). De todas maneras, los arqueólogos creen que Jericó fue la primera ciudad fortificada de la historia mundial. Por la que han pasado grandes personalidades históricas como Alejandro, Marco Antonio, Cleopatra y Herodes (quien le habría alquilado la ciudad a la emperatriz de Egipto mencionada).
Jericó es citada en Biblia muchas veces, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, en el libro de Josué, capítulo 6, se cuenta la conquista de la ciudad; cuando los hebreos la tomaron al son de las trompetas y no perdonaron a ninguno de los habitantes de ambos sexos y todas las edades ni sus animales, mataron a todos. Sólo dejaron a la prostituta Rahab y a su familia, pues ésta escondió a los espías de Josué en su casa. Después, incendiaron todo lo que encontraron, menos los materiales preciosos.
Generaciones más tarde, Jesús curó a dos ciegos cuando salía de Jericó con los apóstoles (Mateo 20:29-34).
La ciudad fue reconstruida una innumerable cantidad de veces a lo largo de la historia, tantas veces como fue conquistada y poblada por culturas diferentes.
Más baja que el mar
Jericó está localizada al nordeste de Jerusalén, a solo 10 quilómetros del Mar Muerto y 250 metros debajo del nivel del mar, lo que la convierte en la ciudad más baja del planeta. A pesar de su cercanía a Israel, está bajo el control de la Autoridad Palestina.
La ciudad está ubicada en una región árida. Debido a sus características climáticas, como la escasez de lluvias y su proximidad a fuentes de agua dulce, es considerada un enorme oasis (lugar con vegetación en medio al desierto).
La Colina del Sultán es el principal sitio arqueológico de la ciudad, y es de llamativas proporciones – 21 metros y 40 mil m2 de extensión. Allí se han encontrado objetos de aproximadamente 9000 a.C.; los cuales fueron hallados en vestigios de una construcción que, supuestamente, fue un templo de cazadores de la época neolítica. Jericó sólo queda detrás de Jerusalén, respecto a la ciudad con más excavaciones arqueológicas del planeta.