El trabajo dignifica, hace que el ser humano se sienta útil y disfrute de los beneficios que genera junto a sus seres queridos. Cuando hablamos de prosperidad, que es diferente a las riquezas, pensamos que ser rico es tener abundancia en términos materiales, pero la prosperidad, de acuerdo con la Biblia, es un don de Dios. ¿De qué nos sirve tener una casa hermosa y lujosa si no tenemos una familia feliz con quien disfrutarla? La riqueza proporciona confort material, mientras que la prosperidad le da una vida completa.
Sin embargo, muchos enfrentan dificultades para alcanzar la prosperidad que tanto anhelan. Se encuentran con trabas para sus proyectos, no tienen perspectivas de mejorar profesionalmente y hasta temen por su continuidad laboral, no saben si el día de mañana podrán mantener a su familia. Lamentablemente, este panorama desalentador afecta tanto a quienes trabajan en relación de dependencia como a quienes tienen su empresa o negocio.
Traiga este 2 de mayo al Congreso para el Progreso las fotocopias del juicio trabado, los papeles de sus deudas, y sus proyectos en una carpeta, porque tocará el Arca de la Alianza y siete pastores determinarán el destrabe económico.
El Congreso para el Progreso se realiza en Av. Corrientes 4070, Almagro, en los siguientes horarios: 8, 10, 12, 16 o 20 h, lo esperamos.
No hay obstáculos para quien persevera
Alba: “Antes de conocer el Congreso para el Progreso tenía muchos problemas económicos. Había perdido mi empresa, tenía deudas enormes que no podía pagar, no podía acceder a ningún tipo de préstamo, tenía juicios en contra de quienes eran empleados de la empresa, todo me salía mal, me robaron tres autos, todo era pérdida. Cuando empecé a participar en el Congreso para el Progreso las cosas cambiaron. Logré ver una salida para mis problemas y así fui libre de las deudas, los juicios, los embargos, pude abrir una nueva empresa que es fuerte en su rubro, tengo mi casa, un emprendimiento hotelero en el interior, y nos damos todos los gustos. Tengo una nueva vida”.
Walter: “Estaba pasando por muchas injusticias en lo económico. Trabajo en el área de cuidados de la salud, en la parte de enfermería. Estaba empleado en un hospital, en blanco, era un buen trabajo, pero mis propios compañeros me robaban y se burlaban de mí. No me renovaron el contrato y decidí lanzarme por mi cuenta. Al principio mis ingresos eran pequeños, pero gracias a Dios, participando del Congreso para el Progreso mis ingresos se triplicaron”.
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