¿Ya vio a una persona con gusanos? Puede incluso comer alimentos esenciales y saludables, pero aun así está débil. Eso sucede porque el gusano se come las vitaminas y le quita todo lo bueno del alimento. Espiritualmente hablando es lo mismo.
¿Por qué hay personas que oyen palabras fuertes, testimonios gloriosos, pero cada día están más débiles? Porque dejaron que la malicia entrara.
¡Esa malicia castiga! ¿Usted ya estuvo castigado alguna vez?
Cuando los padres dejan a su hijo castigado, este ve a todo el mundo divirtiéndose, alegrándose, pero él no puede hacerlo, y eso lo entristece. Así ha sido con las personas maliciosas en nuestro medio, como está escrito:
“Te castigará tu propia maldad, y tus apostasías te condenarán. Reconoce, pues, y ve que es malo y amargo el dejar al SEÑOR tu Dios, y no tener temor de Mí —declara el Señor, DIOS de los Ejércitos.” Jeremías 2:19
Usted está viendo a otras personas venciendo, progresando, a veces incluso con menos tiempo de iglesia que usted, sin embargo, la malicia lo ha atrasado… ¡y mucho!
Cuando una persona está en adulterio, robando, etc., sabe que está mal, sabe que está en pecado. Pero la malicia es peor, porque el malicioso piensa que está bien, sin embargo, está peor que la persona que es prisionera de otro pecado.
La verdad es que la malicia le quita todo lo bueno que usted tiene.
Ensucia sus ojos, ensucia sus pensamientos, ensucia su corazón.
Por eso, ¡usted necesita lavarse de la malicia!
Es más fácil trabajar con una persona que llega por primera vez a la iglesia que con una persona maliciosa.
La malicia viene de lo que usted oye de personas maliciosas, de lo que ve. La malicia no entra cuando hablamos del Espíritu Santo, entra cuando hablamos del sacrificio.
Si usted me pregunta qué es la Hoguera Santa, voy a responderle que es algo santo, puro, es una oportunidad que tengo de honrar a mi Dios, es para mi Salvación.
Ahora pregúntele a un incrédulo qué es la Hoguera Santa, qué es el sacrificio. Va a decir que es un absurdo, va a decir que no acepta, que el pastor es ladrón… No obstante, oír eso de incrédulos es normal, pero lo peor es que los maliciosos están dentro de la iglesia pensando de la misma manera.
“Lava de la malicia tu corazón, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos perversos?” Jeremías 4:14
Si usted quiere vencer, ¡haga una oración sincera ahora! Pídale a Dios que quite la malicia de usted, pues, si se detiene a pensar, llegará a la conclusión de que eso ha atrasado su vida hace mucho tiempo.
Lávese de la malicia y, pronto, oiremos su testimonio.
Además de esa oración sincera pidiéndole a Dios que lo lave de toda malicia, ¡pídale a Dios que le diga qué es lo que Él quiere de usted! Tenga coraje para hacer esa oración y coraje para obedecer y dar lo que Dios va a pedirle.
¡Crea! Estamos en la recta final de la Hoguera Santa, y la malicia hace que la persona pierda la oportunidad que Dios le está dando.
¡Que Dios lo bendiga!
¡Él lo espera en el Altar!