“¿Cómo debo reaccionar cuando recibo una ofensa, desprecio o injusticia de alguien? ¿Cómo vencer los malos ojos? No quiero ser más sentimental, ni emotiva o tener rencor. Lucho a años con esto y nunca encontré una forma de resolver definitivamente este problema.”
Respuesta:
Solo existe una manera: la fe. Y fe no es solo creer, es hacer algo al respecto. Entonces que hago cuando paso por estas situaciones:
Yo comparo mis defectos con los defectos de aquella persona. Como yo me conozco mejor que a ella, sé que mis defectos son muchos mayores, entonces llego a la conclusión de que no soy nadie para juzgarla. Miro el lado positivo de aquella persona, todas las cosas buenas que ella tiene y decido enfocar en las cosas buenas en vez de las malas. Uso mi cabeza y no el corazón, ya que no vale la pena guardar rencor de una persona y perder mi salvación por eso. Oro por la persona, pido a Dios que cambie mi interior y bendiga a la persona.
Generalmente, no necesito hacer todas estas cosas, una sola es suficiente, pero si no resuelve:
Oro a Dios, unjo mis ojos y mi corazón, y si es necesario, hablo con la persona. Lo que no puedo, es permitir que mi fe sea afectada por eso.