Debemos tener mucho cuidado con los ojos, pues ellos son una de las principales ventanas del corazón.
Muchos cristianos se encuentran perdidos en este mundo. Están muertos espiritualmente porque comenzaron a mirar a sus líderes espirituales (pastor, obispo, etc.) con malos ojos, y su interior pasó a estar en tinieblas.
Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Mateo 6:23
Cuando la persona comienza a mirar a su líder espiritual con malos ojos, toca la autoridad de aquel que es un representante de Dios aquí en la Tierra. ¿Recuerda lo que Él le dijo a Abraham?
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré… Génesis 12:3
Quizás usted pregunte: “Y cuando el líder se equivoca, ¿no tenemos el derecho de reprenderlo o responderle?” No. Sino que debe orar por él y comunicarle a la dirección de la Iglesia, y sus superiores tomarán las medidas correspondientes. Su líder es una autoridad espiritual dentro de la jerarquía del mundo de la fe.
Las Escrituras muestran a las personas que decidieron ver a sus líderes con malos ojos.
Moisés era un líder, un representante del Señor, un libertador escogido por el Propio Dios. A él le pareció bien casarse con una cusita. Si estaba bien o no era otra historia, pero no le correspondía a su hermana María murmurar y creerse con el derecho de juzgarlo. Naturalmente ella lo estaba mirando como su hermano, sin embargo Dios no Se agradó de eso:
¿…no tuvisteis temor de hablar contra Mi siervo Moisés? Entonces la ira del Señor se encendió contra ellos; y Se fue. Y la nube se apartó del Tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa. Números 12:8-10
¡Cuidado con los malos ojos! No permita que el temor del Señor, que es una de las siete manifestaciones del Espíritu Santo, huya de su corazón.Isaías 11:2
¡Que Dios los bendiga!
Colaboró: Obispo Sergio Correia