El ‘Día de la Diferencia’ quedó marcado por la fe, el clamor y la exigencia de las promesas de Dios. El encuentro especial, realizado en San Pablo por el líder y fundador de la Iglesia Universal, el obispo Edir Macedo, reunió una multitud en el Cenáculo de Santo Amaro (zona sur de la capital paulista) en la mañana del 23 de septiembre.
Lo mismo sucedió en todos los Cenáculos de Argentina y del mundo, a través de los cuales millones de personas también demandaron de Dios las promesas que contienen Su Palabra.
En un determinando momento de la reunión, el obispo Macedo orientó a los presentes que si hasta ese momento no habían tomado posesión de esas promesas – que no es otra cosa que una vida abundante y diferenciada – entonces, que aprovechasen la ocasión para clamar y buscar de Dios ese derecho.
“Es hora de que usted se presente y le diga a Dios: ‘… Yo quiero ver si Usted existe, hoy, aquí, ahora, si no, ¿cómo sabré si el Señor es verdadero o una mentira? ¿Si la Biblia es la Palabra de Dios o invención del hombre?’ Si usted tiene esa fe, ese coraje, ¡usted comienza una nueva vida ahora!”, explicó el obispo.
La mañana también fue especial para los obreros que trajeron a sus familiares e invitados para unirse a esta fe; como el matrimonio de Marcelo, de 32 años, y Valéria Ribeiro, de 37 (foto). Ellos son obreros en Santo Amaro y ya hace por lo menos 8 años que están en la presencia de Dios. Ambos estaban acompañados. “Mi esposa trajo a una amiga, que estaba apartada; yo traje a mi hermana y mi sobrino. Siempre es muy gratificante poder compartir esta fe con quienes amamos, dijo Marcelo, junto a ellos.